El Celta se propone reforzarse con un lateral de izquierdo en el mercado de enero, en el que, un año más habrá seguramente más salidas que llegadas. El club celeste busca un lateral zurdo versátil, que pueda desenvolverse también en la posición de defensa central. La dirección deportiva maneja varios candidatos, pero no hay por el momento ninguna operación avanzada.

Antes de concretar llegadas, al club le gustaría encontrar acomodo a los dos de los futbolistas que no entran en los planes del técnico, Miguel Cardoso: Facundo Roncaglia y Robert Mazan. La idea del club es abordar la contratación del lateral zurdo con independencia de si consigue dar salida al central argentino y al lateral eslovaco.

La marcha del paraguayo Junior Alonso, que el pasado miércoles llegó a un acuerdo para desvincularse del Celta y ahora negocia con el Lille su pase el Boca Juniors argentino, ha reforzado al Celta en la convicción de que es necesario contar con un defensa polivalente que pueda desempeñarse con desenvoltura tanto en el costado izquierdo como en el eje de la línea defensiva. El internacional paraguayo ya ha abandonado la ciudad y su fichaje por Boca está pendiente que el club francés, propietario de los derechos federativos del jugador, solucione el papeleo para que pueda incorporarse al equipo argentino. Una vez se resuelva este trámite, se hará oficial su marcha.

El Celta contemplaba inicialmente la posibilidad de buscar equipo en este mercado invernal al danés Andrew Hjulsager, pero Miguel Cardoso ha frenado su salida. El técnico portugués valora el compromiso y el esfuerzo que el jugador pone en el trabajo diario y considera también que tiene calidad y recursos para ofrecer un buen rendimiento al equipo este curso, aunque no sea, hoy por hoy, una primera opción para la titularidad.

El Celta no espera grandes movimientos en esta ventana invernal de fichajes. En esta primera semana de enero la actividad en los despachos de A Sede ha sido más bien escasa, pero todavía queda mucho mercado por delante para que puedan llegar ofertas por jugadores importantes. En este punto, el club celeste está tranquilo, ya que tiene blindados a la mayor parte de sus pesos pesados con contratos de larga duración y cláusulas de rescisión importantes.

Por relación edad-rendimiento, la pieza más codiciada es la de Maxi Gómez. La venta del delantero uruguayo no está en los planes del club, pero en A Sede no descartan que algún equipo pueda ejercer la cláusula de rescisión del futbolista, fijada en 50 millones de euros. Aunque el salario de Maxi no hace justicia a sus prestaciones sobre el terreno de juego -26 goles en menos de dos temporadas y media con apenas 22 años- y las posibilidades de renovarlo son ahora mismo escasas debido a la malas relaciones entre el Celta y Stellar Group, la agencia de representación del jugador, en A Sede no esperan que llegue una oferta lo suficientemente importante -cercana al menos a la cláusula- como para que Maxi abandone el equipo en este mercado de enero.