Nuevo triunfo del Celta Zorka, que amplía la ventaja sobre el equipo que marca el corte para disputar la fase de ascenso, que ahora se queda a tres victorias.

El de ayer en Navia fue un partido extraño, sobre todo por el criterio arbitral. Es habitual que los árbitros utilicen las faltas personales para que no se les escape el partido, pero ayer los colegiados dieron rienda suelta a las jugadoras que, en muchos casos, no fueron capaces de establecer los límites en el juego.

Tal circunstancia provocó que entre los dos equipos solamente se señalaran 21 faltas, personales, cuando lo normal es el doble. Al no haber personales, tampoco hubo tiros libres, disponiendo las viguesas de diez, y las catalanas de cuatro, y en menos de hora y media, el partido visto para sentencia.

Con todos estos antecedentes es fácil entender fácil entender que el partido fue de locos. Durante muchos minutos, el ritmo del juego fue brutal, y esa circunstancia provocó numerosos fallos en los pases y, sobre todo, en el tiro. En esta locura, quien se llevó la mejor parte en los primeros minutos de juego fue el cuadro catalán. El Celta Zorka no estaba metido en el partido, y el Lima Horta llegaba a tener cinco puntos de ventaja, sobre todo aprovechando el tiro exterior.

Las cosas no mejoraron mucho en el segundo cuarto. El cuadro catalán seguía instalado en una zona que le daba buen resultado, y las viguesas se bloqueaban en ataque y tenían muchos problemas para atacarla. A pesar de todos estos problemas, el cuadro vigués mandaba en el marcador, eso si, con una ligera ventaja. Fueron momentos en los que Paula Fernández -Ahuja tomó el mando del partido logrando anotar para mantener un punto de ventaja para el Celta Zorka al llegar al descanso.

Cristina Cantero le puso las pilas al equipo en el vestuario. Estaba claro que tal y como estaba jugando, lo podían pasar mal en un final apretado. El equipo del comienzo del tercer cuarto no tenía nada que ver con el de los dos primeros, y en cinco minutos sentenciaron el partido, al anotar un parcial de 14-2, que hundió definitivamente al equipo catalán.

El partido seguía loco, y en vista de que los árbitros tampoco estaban en el partido, comenzaron a jugar con más intensidad bajo los aros, pero la tendencia del partido ya no volvería a cambiar, porque cuando las jugadoras del Celta Zorka están metidas, es difícil que se les escape el partido.

Los últimos diez minutos de juego comenzaron con un Celta Zorka mandando en el marcador por nueve puntos de ventaja, 48-39. La salida volvió a ser fulgurante, y tras el primer ataque el técnico catalán ya pedía su primer tiempo muerto. Las diferencias aumentaron hasta los diecinueve puntos, pero una vez más el Celta Zorka perdió la concentración y las catalanas lo aprovecharon para maquillar el marcador.