La costosa ofrenda de una futura madre que compró un cordero de 315 euros a San Benito

El santo patrón de Europa fue honrado ayer en la comarca saliniense con 23 misas, repartidas entre los santuarios de Lores, Cambados y Meis. Así, el San Benito de invierno con el que, paradójicamente se da entrada a la primavera, volvió a evidenciarse como el que cuenta más devoción popular, llenando el aforo en estas tres sedes de la comarca. Eucaristías, exvotos de cera, aceite milagreiro para los males de piel y, cómo no, las tradicionales poxas de los gallos de corral en Lores, donde recaudaron 1.800 euros.

Las poxas de gallos de corral en Lores mostraron una de las mejores caras de las que se recuerdan en lo que lleva el siglo XXI. “Suben los precios -comentaba con sorna uno de los lugareños asiduos-, y hasta los devotos lo sabemos y ponemos más dinero para llevarnos las preciadas aves del santo”.

Un total de 40 piezas salieron a subasta por parejas en el improvisado ágora bajo la arboleda detrás de santuario, y en la voz del licitador Agustín Rosal. Fue así que el precio se elevó ya en la primera puja, con un mano a mano entre dos vecinos, y que hizo crecer la puja a 150 euros en que fue adjudicada la pareja de capones, lo nunca visto en décadas.

Promesa por una intervención quirúrgica

El meañés que la consiguió confesaba que “me había ofrecido al santo por una intervención quirúrgica a la que tuve que someterme a inicios de enero, y mi promesa con San Benito era llevarme la primera pareja de gallos, costara lo que costara”. Así, el vecino cumplió con su ofrenda al santo.

Luego se fue sucediendo la subasta de aves de corral que, en el caso de los preciados capones, se fallaron a un precio medio de 86,78 euros por pareja, moviéndose en la horquilla de entre los 150 euros mentados de la primera puja y los 61 -la más barata- que fue la última, un precio este último que era el habitual por pareja en los últimos años. Algunos, asiduos, se llevaron varias piezas, entre ellos un vecino Dena que desembolsó 338 euros para llevarse ocho gallos, fallados casi de forma consecutiva.

Esquivar el fisco, otro objetivo

Desde el fin para la hostelería hasta el cuidado en el corral de aldea, es donde son destinadas las aves. “Es una manera de evitar el fisco -comenta con retranca una vecina de la Lores, porque ahora para comprar pollos te exigen dar de alta un gallinero, con un máximo de 30 gallinas, por lo menos estas de San Benito quedan fuera”.

Y ese “mano a mano” volvió a salir en la puja de un cordero, de tan solo cuatro meses y de unos 15 kilogramos de peso. Y ese pulso acabó centrándose en dos jóvenes de Lores que acabó en 315 euros -“lo nunca visto en 28 años que llevo de licitador”, confesaba Tino Rosal. Cecilia Valladares, poniendo la mano sobre su vientre, reconocía: “Es un ofrecimiento por la hija que espero dentro de quince días”.

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