Personajes | Juan Ventura Martínez Reboeiras Delegado de la Pastoral de Turismo del Arzobispado de Santiago

“La iglesia tiene la obligación de recibir a los turistas durante sus vacaciones de verano”

El sacerdote de Simes y San Vicente, Ventura Martínez Reboeiras considera que los visitantes tienen que ser recibidos también en los actos de estas parroquias

Juan Ventura Martínez Reboeiras, oficiando misa en San Vicente de O Grove.

Juan Ventura Martínez Reboeiras, oficiando misa en San Vicente de O Grove. / M. Méndez

Tino Hermida

La archidiócesis de Santiago de Compostela, dirigida desde junio de 2023 por el ourensano Francisco José Prieto Fernández, se organiza en base a 22 delegaciones. Una de ellas es la Pastoral de Turismo, que ha sido asignada desde el pasado 28 de febrero a Juan Ventura Martínez Reboeiras, párroco de San Vicente de O Grove y Santa María de Simes, considerado uno de los mas mediáticos de la comarca. Una achidiócesis que, con una extensión de 8.546 kilómetros cuadrados, aúna1.070 parroquias, agrupadas en 48 arciprestazgos, y organizados a su vez, en 3 vicarías. En base a ello se da servicio religioso a 1.320.350 católicos bautizados, con una ratio de 2.080 bautizados por sacerdote. A ello se añade el incremento del número de turistas católicos que viajan a Galicia.

–¿En qué consiste la Pastoral de Turismo del arzobispado?

-Es una delegación que se centra en dar una respuesta espiritual a la mucha gente que se desplaza, sobre todo en verano, que es tiempo de vacación y vocación, y ahí debemos estar nosotros para acercar al turista también a Dios, allí donde va. En este mundo globalizado como el que vivimos, donde todo el mundo se mueve y se desplaza, la Iglesia ha de estar atenta para dar una respuesta a una sociedad y una realidad cada vez más complejas.

-¿Lo suyo es turismo al uso ó turismo espiritual?

-Lo nuestro, de partida, ha de ser turismo en general, como una realidad que está ahí y no podemos eludir, pero centrándonos en el plano espiritual. Tenemos que estar preparados para recibir a los muchos turistas que visitan nuestra diócesis para facilitarles el que puedan seguir viviendo y celebrando su fe. Para ello hemos de ayudarles, dándoles a conocer los horarios de las eucaristías y de los demás sacramentos, de las actividades de las parroquias y, sobre todo, que se sientan acogidos en la tierra a la que llegan y la parroquia que les recibe.

Actividades en lugares concurridos

-O sea que la Iglesia no se ha planteado estar u organizar un Fitur al uso…

-(Risas) De momento, no. Pero todo se andará.

-¿Cuánta gente trabaja en su equipo?

-El arzobispo, me ha encomendado a mí esta Delegación Episcopal de Pastoral del Turismo, y dentro de la misma hay un secretariado o subdelegación; para que nos entendamos, que es la de Pastoral de la Carretera y que lleva otro compañero sacerdote, Rubén Diéguez. Somos varias delegaciones de diversos aspectos de la pastoral diocesana, pero no podemos actuar como islas, cada una independientemente. La idea es colaborar entre delegados, para hacer la pastoral más rica y participativa. De hecho, ya estamos trabajando en algunas ideas que entre varios intentaremos llevar a cabo.

Colaboración entre la iglesia y la administración

-¿Y cuáles son esas ideas o proyectos para echar a andar?

-Estamos sentando las bases para empezar a trabajar, porque el turismo es una realidad que abarca muchos aspectos. Estamos creando ya una web de la delegación de turismo, pero lo más inmediato ahora es visibilizar la Semana Santa en la diócesis a través de la web del arzobispado. Así, cabe mostrar al visitante las Semanas Santas consideradas por la Xunta de Galicia como de interés turístico: la Semana Santa de Santiago de Compostela, la de Betanzos, Cangas, Fisterra y, en nuestra comarca, Paradela de Meis. Y, a la par, hacer también un mención a otras, como son las de A Coruña, Pontevedra o Sanxenxo, lugares que reciben mucha gente en Semana Santa, y a la que cabe atender turística y espiritualmente.

-¿Y en el medio plazo?

- Como dije, estamos trabajando entre delegaciones y colaborando unos con otros, por ejemplo, con la delegación de santuarios, que dirige el sacerdote meañés Daniel Pérez, párroco de Amil. En nuestra diócesis hay lugares de gran relevancia para la fe y la cultura, y que son visitados por muchísimas personas, como son Nosa Señora da Barca en Muxía, Milagros de Amil, Peregrina de Pontevedra, A Lanzada, Santa Minia de Brión, As Cabezas en Armenteira, los diferentes santuarios de San Benito de Lérez, Lores, Cambados… La idea es dotar a los santuarios de códigos QR, para servir información artística, cultural, y también pastoral con los horarios de apertura, misas, confesiones y demás que fuera de interés. Y que, luego, esa red de QR se extienda a las iglesias de todo el arzobispado.

Intercambio de conocimientos

-Si se incluye el arte, ¿quién trabajará en la creación?

-Para ello, colaboraremos con la delegación de Pastoral Universitaria y de Cultura, que dirige el sacerdote Ricardo Sanjurjo, párroco de Sar, a través de “Piedras Vivas”, que es una iniciativa eclesial que aúna a grupos de jóvenes que estudian arte y que tratan de contribuir con su labor al anuncio del Evangelio a través del arte. Sería mediante estos colectivos que se trataría de confeccionar una guía en un sentido artístico, eclesiástico y espiritual para difundir la cultura y contribuir a mostrar al turista o al visitante un encuentro con Dios, porque las iglesias, sus pórticos, sus retablos, son una catequesis, un lenguaje que es bello contribuir a enseñar.

-El arte religioso atrae turismo.

-Sí, mucho. Tenemos un patrimonio impresionante. Por ejemplo, en Santiago, todo visitante, sea o no católico, lo primero que busca es la catedral, mismo el turismo que se acerca por una parroquia no deja de visitar muchas veces la iglesia, si esta es una construcción de siglos, se para, entra en la iglesia… No hace falta ser una persona muy religiosa para disfrutar de la arquitectura.

Poner en valor el arte sacro

-En la iglesia, amén de receptores, también son emisores de turismo a través de sus parroquias ¿no?

-Sí, y también tenemos que pensar en ello, porque en muchas parroquias los feligreses disfrutan de excursiones y viajes organizados muchas veces por sus párrocos, para visitar santuarios gallegos, españoles y a veces del exterior. En las parroquias gallegas siempre fueron muy famosas las excursiones de la la iglesia. Yo mismo organicé muchas (risas). Anuncio que organizaremos alguna peregrinación a nivel diocesano…Y tenemos ahí en 2025 el Año Santo de Roma.

-Turismo de Arzobispado y de la Xunta se entienden, ¿no?

-Por supuesto. En los próximos días tocará mantener una reunión para ponernos a su disposición, sobre todo con turismo, cultura y patrimonio, y ver qué proyectos podemos encauzar, en una archidiócesis como es Santiago de Compostela y todo lo que el Camino de Santiago supone.

-Con respecto al arte religioso para atraer turismo, su conservación es una asignatura pendiente en la que afloran problemas: iglesias, capillas, casonas rectorales…

- Sí, es un patrimonio que tenemos que poner en valor. Muchas rectorales, algunas de siglos atrás, están en un estado ruinoso por la escasez de sacerdotes. El recuperarlas y ponerlas en valor puede pasar por reconvertir algunas en albergues, estancias de turismo rural, centros sociales… Es un camino para restaurar ese patrimonio que no podemos dejar caer, porque tenemos la obligación de conservar para el bien de la Iglesia y del pueblo. Es algo en lo que poco a poco tendremos que ir avanzando.

-Con tan pocos sacerdotes, y tanta parroquia por atender, tanta misa, funerales, cuando no clases y, en cuanto a usted ahora, Delegación de la Pastoral de Turismo: ¿el estrés ha llegado para cebarse también con los representantes de la iglesia?

-(Risas) Del estrés no se libra nadie en el mundo de hoy. Puedo decirte que los sacerdotes realmente somos personas con la agenda llena en el día a día. Lo nuestro no es una profesión o un trabajo al uso, lo nuestro es una vocación. Y en una vocación, cuando las cosas se hacen con cariño y con amor, todo es más suave, más llevadero, y eso resulta en realidad muy reconfortante para mente y espíritu. Nuestra tarea se plantea siempre con humildad y desde el servicio.

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