¿Debe pasar a manos públicas el abastecimiento de A Toxa?

La Plataforma Por La Toja insta al Concello a hacerse cargo del agua y el saneamiento

Una vista aérea de la isla grovense de A Toxa.

Una vista aérea de la isla grovense de A Toxa. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

El abastecimiento de agua y el saneamiento de la isla de A Toxa están en manos privadas, fruto de un largo proceso administrativo que implica a numerosas empresas y/o sociedades mercantiles desde los años setenta.

Más exactamente desde que se constituyó Inmobiliaria La Toja S.A. (1974), posteriormente denominada Gestora Inmobiliaria La Toja y, más recientemente, rebautizada como Gestión y Técnicas del Agua de La Toja.

Un proceso de enorme trascendencia social, turística y económica que hay que tener presente, a modo de punto de partida, para entender lo que ocurriría en los años posteriores y hasta la actualidad, teniendo en todo momento en cuenta la indudable relevancia que alcanza el agua en un enclave mineromedicinal y turístico como éste.

La isla de A Toxa.

La isla de A Toxa. / Iñaki Abella

"Gallina de huevos de oro"

Una isla convertida durante mucho tiempo en una especie de “gallina de huevos de oro” que reporta enormes beneficios económicos a las arcas municipales, gracias a sus instalaciones hoteleras y demás contribuyentes, y que fue urbanizada a raíz de la aprobación de un Plan Parcial mediante Real Decreto de 22 de febrero de 1980.

Todos estos antecedentes resultan clave para entender el movimiento que acaba de dar la plataforma ciudadana Por La Toja, constituida por un grupo de vecinos, con Carmen Freijeiro Martínez como presidenta, que luchan por reverdecer los viejos laureles de este territorio insular.

Los mismos que ahora reclaman por escrito al Concello que se haga cargo del saneamiento y el abastecimiento de A Toxa.

Lo plantean por entender que esos servicios y otros bienes públicos no pueden seguir en manos privadas por más tiempo, ya que esto supondría “un presunto uso ilícito del patrimonio” de todos los mecos.

Así lo planteó Por La Toja en diferentes reuniones mantenidas en los últimos tiempos y así lo hace constar de nuevo en un escrito remitido ahora a todos los grupos políticos de la Corporación municipal.

"Lo obligado por ley"

Su intención es logra “que inicien cuantas acciones estimen oportunas, no solo en defensa del patrimonio de O Grove, sino también para que la prestación de los servicios de abastecimiento y saneamiento se ajusten a lo establecido y obligado por ley”.

Al tiempo que ponen sobre la mesa “una palmaria dejadez del Concello” a lo largo de los años “en cuanto a sus obligadas competencias”, los vecinos, comerciantes y empresarios agrupados en la plataforma entienden que durante los últimos tiempos, Gestión y Técnicas del Agua de La Toja S.A. habría utilizado y explotado unas instalaciones públicas que serían de competencia municipal.

Propiedades públicas

Al igual que esgrimen que la Comunidad de Propietarios La Toja ha estado destinando parte de sus fondos al mantenimiento de propiedades públicas.

Y acto seguido incide la plataforma en que, más recientemente, Gestión y Técnicas del Agua de La Toja S.A. fue vendida por el que era su propietario, BTD Capital, a la empresa Gestión y Técnicas del Agua (Gestagua).

Un millón de euros

Según la Plataforma, esa operación se habría cerrado en un millón de euros e incluiría en los activos vendidos “las instalaciones de almacenamiento, potabilización y distribución general del agua de la isla”.

Al igual que “las redes de saneamiento, depuradora de aguas residuales, el emisario y demás instalaciones” que, asegura Por La Toja, “no se pueden vender porque son patrimonio público e inalienables”.

En relación con ello, en el escrito remitido al alcalde y demás portavoces políticos se hace hincapié en que, según la ley, “el suministro de agua es una competencia pública que el Concello puede prestar de manera directa o indirecta mediante concesión administrativa o a través de una Entidad Urbanística de Conservación (EUC)”, y así se lo indicó explícitamente al Concello el ente público Augas de Galicia el 15 de junio de 2015.

Es decir, que en este caso concreto la prestación de los servicios de abastecimiento y saneamiento debió haberse realizado a través de una EUC que, sin embargo, no fue constituida convenientemente, según indica la Plataforma Por La Toja.

Comunidad de Propietarios

Por el contrario, Inmobiliaria La Toja habría impulsado la creación de la Comunidad de Propietarios La Toja, otorgándole competencias que corresponderían al Concello o a la EUC “para quedarse con las redes de abastecimiento y saneamiento de la isla y explotarlas comercialmente, obviando así la constitución de la obligada EUC y el control de tales servicios por parte de los nuevos propietarios de inmuebles de la isla”.

Dicho de otro modo, que Inmobiliaria La Toja cambió su nombre a Gestora Inmobiliaria La Toja para incluir en sus actividades “el abastecimiento de agua y el saneamiento”.

Todo ello, como se explicaba anteriormente, forma parte de la información y demandas entregadas a los munícipes por la Plataforma Por La Toja, representada por ciudadanos como Carmen Freijeiro, María Victoria Becerra Sueiro, Manuel Freijeiro e Isabel Barcia.

La clave está en la urbanización de la isla en los años ochenta

Cuando la Plataforma Por La Toja alerta a los responsables municipales de una “presunta apropiación y uso ilícito de patrimonio público” de A Toxa, incorpora documentación de carácter histórico que alude al nacimiento urbanístico de la isla.

De este modo trata de demostrar “un hecho insólito”, como es que la mercantil Inmobiliaria La Toja habría estado al frente, durante décadas, de unas instalaciones que, “por imperativo legal, deberían haber pasado a formar parte del patrimonio público municipal”.

Eso sí, dado que al quedarse con la posesión de lo urbanizado en la isla la mercantil también tendría que asumir el mantenimiento de viales y alumbrado, “se habría inventado la singular Comunidad de Propietarios La Toja, que en realidad de comunidad solo tiene el nombre y en cuyos estatutos se establece que sea ésta la que soporte ese mantenimiento de viales y alumbrado”, insisten los vecinos.

La llegada de Gestagua

La empresa Gestagua recaló en A Toxa en 2022, tras adquirir Aguas La Toja, una firma surgida de Gestora Inmobiliaria La Toja, bajo la cual perteneció al Banco Pastor.

Tras los posteriores movimientos en el panorama financiero español, que también propiciaron el cambio de titularidad de instalaciones como el Gran Hotel y tantos otros inmuebles de la isla, en 2012 la pasó a manos del Banco Popular, de ahí que en 2017 fuera absorbida por el Banco de Santander, pasando a finales de aquel mismo año a manos de BTD.

Ahora es Gestagua la propietaria, siendo esta la primera vez que Aguas La Toja pertenece a un grupo dedicado exclusivamente a la gestión del agua.

Y, además, con una notable experiencia, ya que Gestagua opera en España desde 1986 y se encuentra actualmente en más de 60 municipios.

Además, resaltan en la propia compañía, es el socio mayoritario, junto con el Ayuntamiento, de la empresa mixta Emalsa, que “gestiona el ciclo integral del agua en Las Palmas de Gran Canaria y en Santa Brígida, abasteciendo a 400.000 habitantes”.

En este caso, por cierto, con la particularidad de que “la mayor parte del agua consumida procede del mar, siendo sometida a un proceso de desalación –por ósmosis inversa– antes de ser distribuida”.

Para entender mejor este proceso hay que explicar que la mercantil La Toja S.A. era propietaria de más de tres cuartas partes de los terrenos de la isla cuando en los años ochenta impulsó la urbanización de la misma, consiguiendo la aprobación del Plan Parcial.

Junta de compensación, en 1981

Para gestionar esa urbanización se constituyó la Junta de Compensación (JC) el 4 de agosto de 1981, comprometiéndose ésta, ante notario, a “encargar el proyecto de urbanización, adjudicar la obra, recibirla una vez terminada y entregarla al Concello junto con las cesiones dotacionales establecidas por ley”.

Además, era función de la JC, que debería disolverse una vez alcanzados todos estos objetivos, “impulsar la creación de una Entidad Urbanística de Conservación (EUC) para el mantenimiento de la urbanización”.

Compensación con solares

Según recuerda la Plataforma, un representante de Inmobiliaria La Toja S.A. asumió la presidencia de aquella Junta de Compensación, participada también por la Alcaldía, y ese órgano encargó a la propia mercantil la contrata y urbanización de la isla, cobrando los trabajos realizados mediante la entrega de solares edificables, a modo de compensación.

Y es aquí donde surgen el origen de todo el conflicto aireado por la Plataforma, ya que una vez terminadas las obras, “la mercantil, en calidad de contrata y presidencia de la JC, debería haberlas entregado al Concello para que pasaran a formar parte del patrimonio público municipal los viales, zonas verdes e instalaciones de almacenamiento, potabilización y distribución de agua”, junto con las “redes de saneamiento y depuradora”.

Entidad Urbanística de Conservación

Plataforma Por La Toja deja claro en el escrito remitido a los munícipes mecos que “el mantenimiento” de instalaciones como las de abastecimiento y saneamiento, al igual que la prestación de los servicios correspondientes, “corresponden en primer lugar al Concello y en segundo lugar, si así lo establece el Planeamiento, a la Entidad Urbanística de Conservación (EUC)”.

Una figura que se refiere a “entidades de derecho público formadas por los propietarios de la urbanización con personalidad y capacidad jurídica propia, y regulada por la legislación urbanística”.

Y esto quiere decir que “le correspondía a la mercantil (Inmobiliaria La Toja) la constitución de la EUC, al ser titular del más del 80% de los terrenos de la isla y al exigir la constitución de las EUC la propiedad de al menos el 50% de los terrenos”.

Pero “no consta que la mercantil haya instado nunca la constitución de la EUC o solicitado en ningún momento la recepción de las obra ejecutadas, a pesar de haberlas cobrado, ni tampoco haya sido requerida al efecto por la Junta de Compensación”.

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