La tala de pinos mansos desata un importante malestar en San Miguel
Vecinos de la zona han denunciado ante el Seprona lo ocurrido y se ha paralizado la actividad de manera provisional
A. G.
La tala de un monte de pinos mansos en la parroquia vilanovesa de San Miguel de Deiro ha desatado un importante malestar entre los vecinos de la zona con la comunidad de montes que ha acabado con una denuncia ante el Seprona y la paralización provisional de la corta. La comunidad de montes tomó la decisión de cortar esta superficie forestal para generar ingresos en una entidad pequeña, al ser estos muy limitados. Para ello eligieron las cinco zonas en las que se divide el denominado como Monte da Lomba.
Los trabajos forestales llamaron la atención de un vecino, que les recriminó que no se hubiese consultado a todos los comuneros sobre la tala y que esta se estaba desarrollando en una zona que no se denomina Monte da Lomba, sino Monte Agüeiros, por lo que no coincidiría con los permisos de los que disponen. Además, censuró a la directiva, con las que habría intercambiado varias palabras subidas de tono, que se eligiese talar pinos mansos, una especie poco común y que, según estos vecinos, tendrían más de un centenar de años, siendo un bien natural que la parroquia debería conservar y mantener.
Ante la continuidad de los trabajos, varios vecinos optaron por presentar una denuncia ante el Seprona de la Guardia Civil para que tomase nota de lo que estaba ocurriendo. “Es un monte único, porque es de los pocos que hay por esta zona, en el que existe esta especie de pino, y ante la denuncia, la Guardia Civil decidió paralizar la tala”. Insiste uno de los vecinos más molestos con la comunidad de montes que “el monte es de toda la parroquia no solo de los comuneros, y en San Miguel somos unas 600 viviendas y solo 70 comuneros”. Insiste en que en una de las zonas elegidas para cortar, los comuneros no tendrían permiso para hacerlo.
Por su parte, desde la directiva de la comunidad de montes querían dejar claro que la decisión de acometer la tala se tomó en asamblea, entre otras cosas “porque sin ese acuerdo la Xunta ya no la autorizaría o pondría todo tipo de impedimentos”. Recalcan que la decisión de cortar los árboles ha sido “por la situación de bancarrota en la que dejaron las cuentas de la comunidad la anterior directiva, y nuestra intención es reforestar el monte, por lo que tenemos que buscar recursos allí donde podemos tenerlos”.
Reconocían ayer que se paralizó la tala de forma provisional mientras el Seprona verifica lo denunciado, aunque dejan caer que “quien diga que esos árboles son centenarios tendrá que acreditarlo, nosotros no podemos confirmarlo ni desmentirlo, pero hace cien años, en esa zona, es muy probable que no creciese absolutamente nada”. Insisten en que “tenemos todos los permisos correspondientes para hacer dicha tala pero, ante la incomodidad que la decisión ha tenido para algunos vecinos, atenderemos su petición y dejaremos unas 10 o 12 unidades, aquellas que sean los mejores especímenes”. Los responsables de la comunidad aseguran que en esa zona se han cortado algo más de medio centenar de árboles.
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