Pichi alcanza su segundo mar en diez días

El solidario ciclista llegó ayer al Cantábrico y alcanzará O Grove dentro de seis o siete jornadas

La llegada de Pichi al Cantábrico, ayer.

La llegada de Pichi al Cantábrico, ayer. / FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Juan Prieto Cacabelos, “Pichi”, alcanzó ayer por la mañana el mar Cantábrico. Lo hizo en el Ayuntamiento de Suances, completando de este modo diez días dando pedales por una buena causa, como es recaudar fondos para ayudar a los niños de Venezuela más desfavorecidos.

Como se ha ido informando en FARO DE VIGO, salió desde Valencia con una meta y un lema claros: “Tres mares para una escuela”.

Mañana podría estar en casa

Su intención no era otra, y sigue siéndolo, que tocar los tres mares, es decir, partir desde las orillas del Mediterráneo para alcanzar el Atlántico en su tierra natal, O Grove, después de pasar por el Cantábrico.

Tras dejar atrás Sagunto, Jérica, Caudiel, Santa Eulalia del Campo, Ojos Negros, Calatayud y Teruel, va camino de conseguirlo, como en su día hizo cuando pedaleó desde Roma o desde Noruega para desplegar otros proyectos solidarios similares.

Una alegría para muchos

a su familia,niños venezolanos que dependen de su ayuda, FAROCáritas Parroquial de San Vicente do Grove

Un viaje que lo llevó también por Tordesalas, Gómara, La Bigornia, Soria, Trespaderne, Oña, Dosante, Sopenilla y otros muchos lugares.

Pichi se despedía el viernes del Camino Natural Santander-Mediterráneo y sus Vías Verdes.

Lo hizo mostrando a sus seguidores imágenes, en algunos casos, realmente llamativas, dando así a conocer los lugares por los que iba avanzando.

“La verdad es que fue una despedida por todo lo alto, con las Merindades, el Túnel de la Engaña y el fin de la Vía en Cidad-Dosente”, explicaba el solidario ciclista.

El ciclista a su llegada a Suances, ayer. |   //  FDV

El ciclista a su llegada a Suances, ayer. | // FDV / Manuel Méndez

Para añadir que dejar atrás este “maravilloso camino” no suponía acabar con la aventura, “aunque sí con las grandes rectas sin desnivel”.

Nada que ver con “las rampas y picos” que le esperaban, como el puerto del Escudo que lo llevó hasta Cantabria.

Tras pasar al lado de la Pirámide de los Italianos emprendía una acusada bajada para enlazar con la Vía Verde del Pas.

Y ayer a mediodía confirmaba su llegada Suances, donde disfrutó del momento y del logro conseguido con esta primera parte del trayecto antes de poner rumbo hacia Asturias, “compaginando el Camino del Norte con el Camino Natural del Cantábrico”.