El marisqueo se pesca desde el aire

Drones y helicópteros cobran protagonismo para garantizar el futuro de los recursos

La vigilancia aérea se impone en las rías

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La lucha contra el furtivismo y la pesca ilegal se libra, cada vez con más presencia y notoriedad, desde el aire.

Al habitual trabajo realizado desde los helicópteros de Gardacostas de Galicia, adscritos a la Consellería do Mar, se suma ahora el vuelo de los drones –cada vez más– en poder de las cofradías de pescadores, especialmente indicados para velar por el correcto desarrollo de la actividad pesquera y marisquera.

Percebe

Unos drones que resultan idóneos para localizar a los posibles furtivos en dominios de cofradías como la de O Grove, que posee zonas de producción de percebe a las que resulta complicado acceder desde tierra firme, dado lo escarpado del litoral de San Vicente.

Pero esos artefactos también sirven, como se hace en la citada y otras cofradías gallegas, para vigilar las zonas de producción marisquera y disuadir a los ilegales, contribuyendo, igualmente, a mejorar las condiciones de trabajo de la flota profesional.

Un vigilante en O Grove.

Un vigilante en O Grove. / FdV

Unos drones que pueden verse, igualmente, en el entorno de los bancos adheridos a la campaña de libre marisqueo arousana, y que jugarán un papel importante cuando, a principios de diciembre, abra la campaña de recolección de mejilla en el litoral.

Pesca 1

Asimismo, su utilización y la presencia del helicóptero Pesca 1, no solo ayuda a controlar a las embarcaciones de marisqueo a flote, sino también a las de pesca, lo cual resultará de vital importancia cuando dentro de tres semanas comience la campaña del centollo.

El punto de control de O Bohído.

El punto de control de O Bohído. / FdV

“Lo cierto es que los drones son de gran ayuda para nosotros y, al mismo tiempo, benefician al conjunto del sector profesional, ya que contribuyen a preservar su medio de vida”, explican los vigilantes consultados en distintas cofradías.

A lo que añaden que los artefactos voladores “no deben ser considerados por el sector del mar como una amenaza, sino que deben entenderse como un instrumento de apoyo que, además, tiene múltiples aplicaciones beneficiosas para todos”.

Exceso de cuota o artes prohibidas

Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que desde el aire es más fácil localizar embarcaciones que puedan estar utilizando artes o aparejos prohibidos. Como también a aquellas naves que puedan exceder los cupos de captura establecidos.

El libre marisqueo a vista de dron.

El libre marisqueo a vista de dron. / FdV

Asimismo, helicópteros y drones permiten detectar mejor a quienes incumplen las vedas, que no respetan los horarios o que faenan en zonas que no están autorizadas.

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Ayer comenzaba la tercera semana de la campaña de libre marisqueo en la ría de Arousa. Y salvo sorpresa –casi se necesitaría de un milagro–, será tan mala como las dos anteriores.

De ahí que muchos mariscadores de a flote sigan sin acudir a las zonas comunes de la ría de Arousa, sabedores de que trabajar en ellas requiere de enorme esfuerzo y ofrece poca recompensa.

Ayer se despacharon apenas 400 barcos de marisqueo, y solo 214 para las zonas de libre marisqueo de O Bohído y Cabío, gestionadas por Rañeiros da Ría. Las naves restantes se fueron a las “otras zonas”, es decir, las que no tienen aprobado un plan específico de explotación.

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