Sogama dibuja su enseña tricolor en el polígono de Baión

La empresa constructora ultima los trabajos de revestimiento exterior de la nave del polígono vilanovés, en la que se tratarán 15.000 toneladas de orgánicos al año

Enorme nave que Sogama ha ejecutado en el polígono de Baión para procesar los orgánicos.   | // FDV

Enorme nave que Sogama ha ejecutado en el polígono de Baión para procesar los orgánicos. | // FDV / A.T.

A.T.

La planta de compostaje de Baión (Vilanova de Arousa) ofrece ya su imagen casi definitiva al estar a punto de concluir el revestimiento exterior y las divisiones de las distintas naves que ocupan la práctica totalidad de la superficie de 20.000 metros cuadrados de la parcela adquirida por Sogama. Con un panel tricolor, con dos tonos de verde y blanco, el edificio muestra ya su aspecto final para dar servicio a una treintena de municipios del entorno.

Las obras del gigantesco edificio que Sogama ejecuta en el polígono de Baión están llegando a su remate, para proceder en los próximos meses a la instalación de la maquinaria necesaria y poco a poco impulsar las labores de compostaje de los residuos orgánicos de 35 municipios situados a menos de cincuenta kilómetros de la planta.

El inmueble, que ocupa una parcela de casi 20.000 metros cuadrados, frente a la empresa Soaga, ya presenta su aspecto casi definitivo, tanto por el revestimiento exterior como respecto a las divisiones necesarias para acoger las distintas fases del procesado, desde las zonas de almacenamiento, las de refrigeración y los espacios estancos en los que se producirán las transformaciones químicas que permitan convertir los residuos en el mejor y más inócuo abono biológico.

Caseta de obras de la empresa constructora.   | // FDV

Aspecto que presenta la fachada principal del edificio. | // FDV / A.T.

Han sido casi doce meses de trabajos, desde que comenzaron las obras en el polígono con la fase de excavación a la instalación de la estructura completa, un tiempo récord si se tienen en cuenta las dimensiones de la espectacular nave.

Cabe poner de manifiesto que la obra se aceleró gracias a que la mayor parte de la estructura es prefabricada y, por tanto, tan solo fue necesario ir ensamblando las piezas realizadas a medida en Santiago.

Con todo, son decenas los obreros que han participado en la ejecución de los trabajos durante este largo tiempo, pues en Baión fueron muchas las tareas a desarrollar, pero aún hoy se requiere de oficio en tanto que no solo es preciso unir con precisión cada una de las piezas, desde las vigas maestras y postes hasta las planchas del tejado que recubren un inmueble que incorpora medidas de estanqueidad muy precisas tanto para evitar malos olores como ruidos y otros inconvenientes que este tipo de empresas suelen generar.

Queda por determinar todavía si se establecerá un plan de tráfico específico que aminore los trastornos que sin duda van a provocar el continuo movimiento de camiones de las empresas de recogida de residuos de todo el entorno; no en vano, la previsión de Sogama es que al año se traten nada menos que 15.000 toneladas de residuos orgánicos y otras 7.000 de material estructurante, es decir, restos de madera y de poda que son imprescindibles en el procesado de todo este material para su transformación en compost o abono.

La empresa Sogama se propone inaugurar esta planta auxiliar de la que tiene en Cerceda (A Coruña) a finales del presente año o comienzos de 2024, si bien los ayuntamientos que participen en el proyecto deberán haber implantado antes los contenedores marrones que los ciudadanos deberán usar siempre que hayan seleccionado los residuos de forma correcta.

Esta actividad es complementaria al plan de composteros que la Diputación de Pontevedra había diseñado para los distintos núcleos de población, con éxito dispar.

La puesta en marcha de la planta de Baión implicará un considerable ahorro para los Ayuntamientos debido a la menor distancia del transporte de los orgánicos.

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Sogama se propone que la actividad de la planta de Baión comience cuanto antes, a poder ser en este 2023, aunque todo parece indicar que se retrasará algún mes más debido a que los ayuntamientos deben cumplir una serie de requisitos para poder hacer uso de las instalaciones. Con todo, el propósito de la firma es que durante el año próximo se procesen en la macroplanta vilanovesa un total de quince toneladas de residuos orgánicos, a los que hay que sumar otras siete toneladas de material estructurante, como se dijo, para la formación del compost o abono natural. La puesta en marcha de estas instalaciones supondrá una enorme repercusión económica para sus arcas municipales. Se cuenta con que sean unos 35 ayuntamientos los que se beneficien del ahorro del transporte de este tipo de residuos urbanos que de momento viajan hasta Cerceda (A Coruña).

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