Fefiñáns desnuda los secretos de Sobrán

La investigación sobre el Colón gallego y el estado de la iglesia centran el evento

A. G.

Tras abordar temáticas como la visión de la mujer en la narrativa gallega, la situación de la astrofísica o la ética animal, la Semana Cultural que organiza la Asociación de Amigos de Fefiñáns en los jardines del pazo se cerró ayer con una mesa redonda en la que participaron los arqueólogos, conservadores e historiadores involucrados en el proyecto del Colón Galego 2022 para describir todas las actuaciones que realizaron durante el tiempo que estuvieron buscando restos de posibles parientes del descubridor de América que certificaran su ascendencia gallega. En la mesa redonda estuvieron José Manuel Rey Aguiño, Gumersindo Mosteiro, Matero Fontán y Antonio Castro, que realizaron un recorrido por todo el proceso que llevó al sepulcro de Xohan Mariño de Soutomaior, de cuyos restos se ha extraído el ADN para conocer si era familiar de Colón o no y dar veracidad a una de las grandes teorías sobre el origen del navegante.

Además de las pruebas a las que fueron sometidos los restos de Colón, Mosteiro hizo hincapié en la situación en la que se encuentra la iglesia de San Martiño de Sobrán, un templo del siglo XII que necesita una puesta en valor como lo que es, una de las joyas arquitectónicas que existen en la comarca. Mosteiro lamentó profundamente en su intervención que no existan medidas para proteger esta iglesia, que “es excepcional al contar con tumbas medievales como la de Xohan Mariño de Soutomaior que es una de las más espectaculares de las que se conservan en Galicia”.

Durante la investigación encontraron evidencias de que llegó a contar con dos capillas que prestaban servicio a las tumbas del propio Soutomaior y de un sobrino nieto que también está enterrado allí. También describió la aparición de elementos interesantes, como fue la localización de un agujero practicado en el lateral del sepulcro que “no sabemos si es de una pieza que acabó siendo reutilizada o si se debía a algún tipo de culto”. No en vano, en la Edad Media había una serie de rituales que llevaban a practicar una pequeña entrada en los sepulcros para conseguir tocar las reliquias.

Uno de los grandes problemas de Sobrán es la humedad, con un tejado que vuelca toda el agua sobre un muro medieval. De hecho, los restos encontrados en el sepulcro de Xohan Mariño “estaban húmedos, pero tuvimos la suerte de que apareció material dentro muy interesante, ya que había parte del vestuario hecho con una base común y bordado con seda y plata”.

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