Los bomberos superan el mes de huelga y barajan endurecer sus reivindicaciones

El parque de Vilagarcía ya ha cerrado al menos ocho días desde el inicio de las protestas

Dos bomberos desinfectan el centro de salud de Ribadumia al inicio de la pandemia. |  // IÑAKI ABELLA

Dos bomberos desinfectan el centro de salud de Ribadumia al inicio de la pandemia. | // IÑAKI ABELLA / A.Martínez

El pasado Jueves Santo, cuando O Salnés se preparaba para recibir a miles de visitantes, el parque de bomberos de Vilagarcia cerró sus puertas por falta de efectivos. Para entonces, el personal del servicio contra incendios de la provincia de Pontevedra ya llevaba un par de semanas en huelga. Y pese al tiempo transcurrido, no se atisba una solución en el horizonte, de ahí que la plantilla esté barajando endurecer sus actos reivindicativos.

Los bomberos del Consorcio Provincial –que engloba los parques de Vilagarcía, Ribadumia, Cangas do Morrazo y O Porriño– reclaman ser personal laboral fijo de la administración. Según ellos, una sentencia del Tribunal Supremo establece que los trabajadores indefinidos de una empresa pasarán a ser fijos de la administración al ser subrogados. Sin embargo, los consorcios provinciales de Pontevedra, A Coruña y Lugo se resisten a dar este paso. Este el principal punto de fricción entre las partes.

Hoy miércoles se reúne la mesa de negociación de la provincia de A Coruña, y mañana lo hará la mesa intersindical de los bomberos. Será ahí donde se analice la oferta del Consorcio de A Coruña y se debata qué nuevos pasos a dar. En el caso de O Salnés, los bomberos llevan más de un mes en huelga, aunque en la práctica apenas se nota debido a los servicios mínimos. Pero sí está teniendo mucha repercusión la decisión de los bomberos de no hacer horas extraordinarias voluntarias.

De hecho, el parque de Vilagarcía ya ha cerrado al menos ocho días desde el inicio de las protestas. La última fue el pasado domingo, porque se produjo una baja en el parque de O Morrazo, y desde el Consorcio se envió a Cangas a uno de los trabajadores de Vilagarcía.

Al quedar dos en el parque y ser la dotación mínima obligatoria de tres, se cerró la sede y los dos efectivos se desplazaron al de Ribadumia.

Antes de la huelga, el parque no cerraba con tanta frecuencia porque los bomberos aceptaban hacer horas extras voluntarias, algo a lo que han renunciado ahora para que el Consorcio mueva ficha.

Dos semanas sin contacto

El Consorcio y los representantes de los bomberos celebraron un primer encuentro, en el que la administración hizo llegar a la plantilla una oferta que dejó estupefactos a los trabajadores, pues según ellos incluso les empeoraban algunas de sus actuales condiciones laborales.

Se fijó una segunda reunión para el 12 de abril, pero esta no llegó a celebrarse porque en la víspera uno de los funcionarios de la Diputación que iba a participar en la reunión sufrió un accidente de tráfico y tuvo que ser hospitalizado. Pero, desde entonces, el Consorcio no volvió a marcar el número de teléfono de los bomberos.

“Les hicimos una propuesta, pero no nos contestaron”, lamenta un delegado sindical. Lo que solicitan los trabajadores es ser reconocidos como personal laboral fijo, que no se vean empeoradas sus condiciones y que las dos partes se sienten a negociar un convenio colectivo a partir de septiembre.

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