Los espumosos Rías Baixas no pierden su burbuja

Han pasado diez años desde que al cava y el champán les salió un duro competidor, el espumoso Rías Baixas. Aquello que muchos creyeron un experimento casero de poco recorrido no solo mantuvo sus burbujas, sino que, una década después sigue conquistando nuevos mercados.

Lo que nació como una arriesgada apuesta de un puñado de personas y cuatro bodegas, siempre de la mano del Consello Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, es ahora una baza de presente y futuro.

Estrategia acertada

Lo es en base a una estrategia de promoción y comercialización que se antoja de lo más acertado, de ahí que en el presente ejercicio se alcanzara ya una cifra de récord: 146.038 botellas.

Un registro, apostillan en el Consello, “nunca visto hasta el momento” que demuestra la creciente implicación del sector, ahora representado en el mercado de los espumosos por 19 bodegas que elaboran 26 marcas con diferentes cualidades, desde los espumosos Brut Nature –sin azúcar añadido– hasta el Dulce –que lleva mayor cantidad de azúcar–, pasando por el Extra Brut, Extra Seco, Seco y Semiseco.

No hay que olvidar, en relación con esto, que Rías Baixas autoriza espumosos de variedades tanto blancas como tintas.

Y lo cierto es que estos “Espumosos de Calidad no paran de crecer”, siendo fiestas como las navideñas el mejor momento para tales elaboraciones, “totalmente consolidadas” en el mercado y que “se han asentado muy bien dentro de la gama de elaboraciones existentes y permitidas por el pliego de condiciones de la DO”, resalta el Consello.

Su director técnico, Agustín Lago, abunda en ello diciendo que hubo años con oscilaciones, “pero la tendencia siempre ha sido al alza, tanto en litros calificados como en bodegas”.

109.529 litros

Tras alcanzar el récord de este año, con 109.529 litros calificados, Rías Baixas mira atrás y se felicita por el exitoso camino andado desde aquellos primeros pasos de 2012.

Y también desde que se inició un largo proceso administrativo previo que permitió, en 2009, que el Consello Regulador diera el visto bueno a este producto, siempre de acuerdo con la normativa europea que distingue entre Espumoso y Espumoso de Calidad.

La misma normativa que determina que todos los Rías Baixas Espumoso de Calidad siguen para su elaboración el “método champenoise”, según el cual después de una primera fermentación y embotellado se induce una segunda fermentación alcohólica en la botella.

En resumen, que quienes aún no conocen este producto tienen ahora, en plenas fiestas navideñas, una inmejorable oportunidad para probarlo y sacar sus conclusiones, ya que si bien es cierto que se trata de “una elaboración que cada vez más se consume durante todo el año, también lo es que noviembre y diciembre son los meses en los que se intensifica su calificación”, resalta Agustín Lago.

Suscríbete para seguir leyendo