El Centro de Interpretación de la Conserva, “inspiración” para otros municipios

El Ministerio de Agricultura lo escoge junto a 30 proyectos de toda España

Interior del Centro de Interpretación da Conserva de A Illa.

Interior del Centro de Interpretación da Conserva de A Illa. / PABLO HERNANDEZ GAMARRA

R. A.

El Centro de Interpretación de la Conserva, puesto en marcha por el Concello de A Illa, ha sido uno de los 30 proyectos elegidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para ser incluido en la “Memoria de Buenas Prácticas en el ámbito municipal rural”, en la que recopila proyectos que se desarrollan en diferentes municipios de España para mejorar la vida de sus habitantes. Para los técnicos del Ministerio, el proyecto de A Illa es “un modelo de compromiso con el futuro de su territorio y puede ser una inspiración para situaciones semejantes en otras localizaciones”.

En el Centro de Interpretación de la Conserva, mediante realidad aumentada y sobre la antigua fábrica de conservas de Goday rehabilitada, del siglo XIX, el visitante puede vivir una experiencia inmersiva para conocer como era el trabajo femenino en las conserveras de la época. Se trata de un proyecto que el Concello de A Illa ha sacado adelante con el apoyo del GDR y que está en constante renovación, ampliando los dispositivos y mejorando los contenidos. Puede visitarse de forma individual o con las gafas de realidad aumentada, con volúmenes en 3D y una aplicación, disponible en iOS e Android, que explica la visita en función del lugar en el que la persona se encuentre en la fábrica.

Las gafas de realidad aumentada que guían la visita devuelven a quien se acerque a 1879, un momento en el que la industria conservera de pescado toma auge impulsada por la introducción de los envases de latón y de la máquina de vapor, que permite la producción a gran escala. La realidad aumentada permite al visitante ver a las mujeres distribuidas por grupos y especializadas en una labor o ver como llenan de aceite las latas de conserva. El paseo virtual por la fábrica se acerca a la máquina de vapor que daba movimiento a las cajas de un lado a otro. Las gafas permiten vivir, en modo espectador, el trabajo femenino en un sector que resultó clave en las costas de Galicia, reflejando la realidad laboral de muchas mujeres de A Illa.

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