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La hostelería larga sus redes en la ría

Hoteles y restaurantes pescan clientes con las jornadas del centollo y el "bou de vara"

La degustación de centollo en el restaurante grovense Solaina, ayer. FDV

El sector turístico se sube al barco de la flota de enmalle y del “bou de vara”. Agencias de viaje, hoteles, restaurantes e incluso los catamaranes de pasaje que operan en el puerto de O Grove tratan de sacar partido a la riqueza de la ría de Arousa.

Lo hacen con el lanzamiento de ofertas especiales vinculadas a la labor extractiva que lleva a cabo la flota de artes menores, prestando especial atención a la de enmalle, que maneja los tradicionales “miños” y a la del “bou de vara”.

Esto implica, por ejemplo, la organización de jornadas de promoción tan consolidadas como las del centollo de O Grove, que alcanza veinte años y promueven el Concello y la asociación Empresarios Grovenses de Bens e Servicios (Emgrobes).

En esta cita gastronómica, con la que se rinde homenaje tanto al centollo que tanta riqueza genera como a la flota de enmalle, participan un buen número de establecimientos en calidad de colaboradores.

Luis Padín Noya, propietario de Marisquerías Solaina, con el chef y los cocineros del restaurante A Solaina, en la calle Cruceiro de O Grove. FDV

Son hoteles y restaurantes que recurren al centollo para captar clientes y atraer turistas, a los que se convence con una oferta de calidad y diferenciación.

Negocios colaboradores

Se trata, cabe recordar, de los dos restaurantes de Marisquerías Solaina, La Posada, A Fuego, Metropol, A Taberna de Beli, O Almacén do Avó, O Castro, O Porto, Punta Vendaval, Rincón de Norat y Sal de Allo.

La presentación de las jornadas del “bou de vara” en el restaurante O Churrasco de Rubiáns, ayer. FDV

Además de los hoteles Abeiras, Louxo La Toja, Norat, Bosque Mar, Maruxía, O Castro y el Cons da Garda, que el día 19 organiza un maridaje de centollo y vaca cachena que tiene un precio de 60 euros e incluye una centolla por persona, camarones, carne de las terneras criadas en los montes de Con ha Hedra, postre, café y barra libre.

Otros establecimientos

Otros muchos negocios hacen lo propio y tratan de aprovechar el tirón del centollo, como se hará el día 10 en el camping O Curro de San Vicente, con un menú de 50 euros que incluye empanada de maíz con berberechos, croquetas de centollo, salpicón de este mismo crustáceo, centollo cocido, caldereta de arroz meloso con centollo y berberechos, postres y bebidas.

La presentación de las jornadas del centollo en el restaurante Solaina, de O Grove. FDV

Es una forma de sacar partido al producto que no se limita a O Grove, sino que se lleva a cabo en otros municipios de la comarca.

También en Vilagarcía

En el restaurante vilagarciano O Churrasco de Rubiáns, por ejemplo, preparan su particular “Black Centollo”; una fiesta que por 15 euros permitirá disfrutar de buenas centolladas y vinos que va a desarrollarse los días 24, 25 y 26.

No es la única propuesta ligada al mar y las artes de pesca en este negocio, ya que, aprovechando la campaña, también desarrolla las “Jornadas del bou de vara”, en las que explica cómo trabaja esta “ancestral arte de pesca remolcada desde embarcación” que es exclusiva de la ría de Arousa.

Centollos en el restaurante Solaina. FDV

Al tiempo que detalla a sus clientes que el “bou de vara” se usa “para capturar especies como el camarón, nécora, centollo, chopo, lenguado, faneca, salmonete, pulpo y volandeira", el restaurante que regenta Juanjo García les ofrece volandeira a la plancha por 15 euros, una cazuela de este mismo pectínido en sala de vieira, por 18, raciones de choquitos en su tinta, a 25, chocos a la plancha con mayonesa de ajo negro, por el mismo precio, y nécoras, a 7,50 euros la unidad.

Estrategia comercial que, cabe incidir, tiene mucho de homenaje a las gentes del mar y también una buena dosis de acción divulgativa, ya que se desvelan los secretos del “bou de vara”.

Clientes en Marisquerías Solaina, ayer. | // FDV

Un arte de pesca que suele emplearse cerca de las bateas de mejillón y debe tener una longitud del “calón” máxima de 6 metros, con un largo de “cope” también de 6 metros, al igual que la vara empleada para abrir la boca de la red.

Se usa una plomada de 10 kilos –como mucho– y se permite una altura de hasta 3,5 metros, con una dimensión de malla mínima de 60 milímetros en el “calón” y de 50 milímetros en el “cope”, utilizándose de lunes a viernes, entre las 8.00 y las 14.30 horas, entre noviembre y marzo, ambos inclusive.

Su especie objetivo en estos momentos es la zamburiña y, en su defecto, ya que escasea, su “prima” la volandeira (Aequipecten Opercularis), un molusco bivalvo que puede llegar a alcanzar los 90 milímetros y vive en los fondos marinos desde el infralitoral hasta lugares que alcanzan los 200 metros de profundidad.

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