El balance de la Festa da Auga realizado por el Concello de Vilagarcía la califica de “una verdadera explosión de alegría que cumplió los objetivos marcados”. Especifican desde Ravella que se logró el mantenimiento de la celebración “como pedían los vilagarcianos” y el “contrastado ahorro de agua”, especificando que el día de la fiesta “fue el de menor consumo en el municipio en todo agosto”.

Alberto Varela, alcalde de Vilagarcía, destacó que “fue un verdadero éxito que desbordó de alegría y sació la sed de diversión que veníamos acumulando desde tres años los vilagarcianos”. También hizo mención a que “fue la vuelta a la esencia de la fiesta que recupera la presencia intergeneracional, los cánticos y el baile a pie de calle”.

Añaden en la valoración del gobierno local que “teniendo en cuenta la cantidad de personas que hubo durante la noche la jornada discurrió con relativa tranquilidad y con incidencias mínimas en proporción a la celebración”.

La ausencia de las mangueras desde los camiones de bomberos provocó “una mayor implicación y participación vecinal lanzando desde sus balcones el agua a calderazos”. Subrayan el consumo responsable en base a los datos facilitados por Espina y Delfín y que especifican que se consumieron 8.447 metros cúbicos, casi mil menos que los registrados solo 24 horas antes.

Desde la comisión “Auga que non has de beber” destacaron también el ambiente que reinó en la celebración, así como la notable presencia de familias enteras gozando y divirtiéndose tal y como se hacía en el origen de la fiesta.

Al respecto del operativo de limpieza, apuntan desde Ravella que “se realizó de forma más fluida y rápida que en años anteriores con la participación de 80 personas divididas en turnos de mañana y tarde”. En la misma línea hacen referencia a que “en las playas apenas hubo residuos, incluso menos que un domingo cualquiera por la mañana, quizás debido al mal tiempo que hizo que los jóvenes se fuesen hacia el interior de los locales y hacia la zona TIR”:

En cuanto a la recogida selectiva de residuos se recogieron 9.140 kilos de envases ligeros frente a los 7.260 de 2019. Por contra, el volumen de residuos sólidos urbanos fue inferior con 10.660 kilos.