Fieles a su cita anual, las ballenas azules están de vuelta. Esta misma mañana han sido localizados dos ejemplares frente a la costa de las Rías Baixas, confirmándose de este modo la positiva tendencia de los últimos veranos: el animal más grande del planeta ha recuperado la costa gallega en sus rutas migratorias en busca de alimento.

El avistamiento de esta mañana, el primero que ha sido confirmado oficialmente, se refiere a dos ballenas azules que estaban alimentándose de plancton.

No estaban solas, sino que las acompañaba un grupo de quince rorcuales comunes, formando “una agregación muy importante y esperanzadora con la que dar por iniciada la temporada de avistamientos”.

Miembros del BDRI durante la expedición. BDRI

Quien así se manifiesta es Bruno Díaz López, el doctor en Ecología por la Universidad de Burdeos que dirige el Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI, por sus siglas en inglés), con sede en el Concello de O Grove.

Fue su equipo formado por investigadores y estudiantes llegados desde diferentes partes del mundo, el que descubrió a esos dos portentosos ejemplares de ballena azul y a los rorcuales comunes.

Se trata del mismo centro de investigación que en los últimos años ha dado cuenta de la creciente presencia de esta especie en la costa gallega. Y del mismo equipo que ha podido confirmar que algunos ejemplares repiten la experiencia un verano tras otro.

La cola de una de las ballenas vistas hoy. BDRI

A la espera de poder concretar si las ballenas vistas esta mañana ya habían estado antes por estas latitudes, lo que sí puede decirse ya es que “quizás disfrutemos de otro gran año para la observación de estos magníficos animales, y no será extraño observar agregaciones de mayor tamaño”, pronostica el director del BDRI.

Un mapa en el que se muestra la zona de distribución de las ballenas azules localizadas. BDRI

Preguntado respecto a las características de esos majestuosos mamíferos marinos, el propio Bruno Díaz aclara que “una de las ballenas azules mostraba su aleta caudal al sumergirse, lo cual constituye un comportamiento bastante raro y poco frecuente entre los ejemplares de esta especie”.

A lo que añade que “junto a estos rorcuales había delfines comunes, marsopas y delfines mulares (arroaces)”.

Teniendo en cuenta esto, y que su presencia “se suma a la de calderones grises y orcas avistados en días pasados, podemos concluir que ese gran ‘restaurante’ que son las aguas de las Rías Baixas empieza a estar a rendimiento y a llenarse de esos ilustres comensales que son los grandes mamíferos marinos”.

No está de más recordar que en Galicia siempre hubo ballenas, aunque desaparecieron del mapa cuando su caza estaba permitida y era indiscriminada. Desde hace unos años se sabe, gracias al trabajo del Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), que regresan periódicamente a la comunidad para alimentarse.

La comunidad científica las estudia a nivel nacional e internacional, llegando a conclusiones iniciales tan interesantes como que el animal más grande del planeta podría estar trazando una ruta migratoria totalmente desconocida, sin que se pueda precisar de dónde vienen ni a dónde se dirigen después de alimentarse.

Una ballena azul frente a las Rías Baixas, esta mañana. BDRI

Así lo explica Bruno Díaz López, encargado en los últimos años del proyecto Balaenatur, financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y centrado en el seguimiento de ballenas azules en Galicia para el conocimiento de sus hábitos y determinar la influencia en los mismos del cambio climático. 

Gracias a ese proyecto ha sido posible localizar decenas de ejemplares alimentándose frente a las Rías Baixas en los últimos años. Y mediante técnicas como la fotoidentificación se puede poner “nombre y apellidos” a quince de ellos. Dicho de otro modo, que están fichados e integran las bases de datos del BDRI y otros colectivos y organismos internacionales.

En base a ese fichero se sacan lecturas muy llamativas, como por ejemplo, que de esos 15 ejemplares se identificaron cinco este mismo año, que tres de ellos ya habían estado en Galicia con anterioridad y que dos acudieron a alimentarse a esta costa por tercer verano consecutivo.

 

Para Díaz resulta “impresionante ver que animales que realizan migraciones de miles de kilómetros acaban regresando un año tras otro de una forma tan precisa a áreas de pocos kilómetros cuadrados”. Lo cual pone de manifiesto la riqueza de las aguas gallegas.

Confirmación desde Canadá  

Y no solo eso, sino que, tras contactar con sus colegas en un instituto de Canadá que coordina el catálogo de ballenas azules en el Atlántico y revisar los 700 ejemplares que están “inventariados” en el mismo, el director del BDRI destaca que “estamos ante un corredor migratorio desconocido, por lo que ahora que empezamos a saber quiénes son estos ejemplares nos queda conocer de dónde vienen y a dónde van”. 

“Estamos ante un corredor migratorio desconocido, por lo que ahora que empezamos a saber quiénes son estos ejemplares nos queda conocer de dónde vienen y a dónde van”

Bruno Díaz López - Director del BDRI

Termina recalcando que los “fichados” en aguas gallegas son ejemplares de ballena azul “que no habían sido vistos en Noruega, Finlandia ni otra parte del Atlántico, lo que demuestra que vienen y van a sitios desconocidos, de ahí que haberlos localizado enriquezca de forma notable la investigación sobre la especie".

Y no solo eso, sino que "nos lleva a decir que estamos ante una ruta migratoria que, si bien no es nueva, ya que siempre hubo ballenas en Galicia, sí resulta totalmente desconocida para la comunidad científica”.

Este será uno de los asuntos a tratar en abril de 2023 en el Congreso Europeo de Mamíferos Marinos, a celebrar en O Grove a instancias del propio BDRI.

Es un encuentro de gran relevancia institucional avalado por la Sociedad Europea de Cetáceos (ECS, por las siglas en inglés de European Cetacean Society) que va a desplegarse con el lema “Nuestros océanos, nuestro futuro. Ecología del comportamiento de los mamíferos marinos y el uso sostenible de los recursos”.

Imagen con la que se anuncia el congreso.

Procede resaltar que en la candidatura presentada por el BDRI para O Grove y Galicia se hacía hincapié en la riqueza de las aguas gallegas, donde “se han registrado más de 20 especies de cetáceos, siendo los más abundantes en las rías costeras los delfines mulares (Tursiops truncatus), las marsopas (Phocoena phocoena) y los delfines comunes de pico corto (Delphinus delphis)”. 

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A lo que se añadía la localización de “especies como el calderón gris (Grampus griseus), el delfín listado (Stenella coeruleoalba), calderones de aleta larga (Globicephala melas), orcas (Orcinus orcas), ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae), ballenas minke (Balaenoptera acutorostrata), rorcual norteño (Balaenoptera borealis), rorcuales comunes (Balaenoptera physalus) y ballenas azules (Balaenoptera musculus)". 

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El estudio de los delfines en las Rías Baixas Manuel Méndez