El Concello de Vilagarcía contratará a técnicos externos para redactar un proyecto de seguridad vial en Veiga do Mar y renovará la canalización de pluviales de Miramar por otra de mayor diámetro para acabar con las inundaciones en esta calle, aprovechando las zanjas que se abrirán en ella para trasladar unas líneas de media tensión. Estos son los dos compromisos que Esperta Vilaxoán arañó ayer por la tarde del gobierno local en un pleno protagonizado por la participación de colectivos. Además de la plataforma vecinal, también intervinieron en la sesión las trabajadoras del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) para exponer sus precarias condiciones laborales y exigir soluciones al Concello, máximo responsable del servicio (contratado a una empresa).
El pleno no estuvo exento de tensión política, principalmente entre Alberto Varela y Juan Fajardo, cuyas alocuciones traen de cabeza al regidor. Y es que cuando Cándido Meixide (portavoz de la plataforma vecinal) parecía convencido de aceptar la enmienda del grupo de gobierno para apoyar las dos mociones sobre mejoras en Vilaxoán (consistente en retirar del texto la obligatoriedad de dotar de partidas económicas las actuaciones en 2022), el portavoz de En Común calificó el argumento del ejecutivo socialista de que “no hay manera humana de presupuestar todo este año” (en palabras de Tania García) de “una tomadura de pelo”. Con una frase hecha en la que aludió a su propio trasero, Fajardo dejó claro a Varela que no es novato en estas lides.
“Un gobierno con mayoría absoluta, o mejor dicho, absolutista, en enero todavía no ha presentado los Presupuestos y dice que no se pueden ejecutar estas mejoras básicas de saneamiento y seguridad vial este año, que por otra parte tendrían que llevarse a cabo sin necesidad de que la oposición trajese ninguna moción”, espetó el concejal.
También la portavoz del PP, Ana Granja, si bien con un tono más relajado, solicitó al gobierno que asumiese las mejoras en 2022: “No entiendo por qué no lo hacen”, admitió.
Primero, la humanización de Sobrán
La portavoz socialista, Tania García, explicó tanto a la oposición (los cinco partidos presentaron las mociones sobre Vilaxoán de forma conjunta) como a los vecinos que “tenemos que priorizar obras en base a informes técnicos”.
Pese a la recomendación de María de la O Fernández, de Podemos-Marea da Vila, de que huyese de “su recurrente enumeración laudatoria de las muchas inversiones que este gobierno hizo en Vilaxoán y se dejase de numeritos”, García recordó que está a punto de comenzar la humanización de la calle Sobrán, con un importe de 470.000 euros, la cual cumple una demanda histórica en materia de saneamiento, pues actualmente este vial cuenta con viejas tuberías de fibrocemento que desbordan. “El agua va hacia abajo y también os afecta”, trasladó a los vilaxoaneses, al tiempo que cifró en 3,3 millones la inversión de su equipo en la localidad marinera.
"Vamos muy justos de plazos. No es viable técnicamente"
La teniente de alcalde apuntó que el departamento de Contratación está muy ocupado con la licitación del nuevo contrato de la recogida de basura y que “no da tiempo material” a llevar a cabo las actuaciones solicitadas por Vilaxoán este año. “Vamos muy justos. No es viable técnicamente. Podíamos levantar la mano, aprobar la moción tal y como está y quedar muy bien, pero no vamos a engañar a los vecinos”, declaró, sin olvidarse de los 73.000 euros que sí irán consignados este ejercicio para construir las aceras de Ameixeiras en un tramo de 110 metros, con nuevos aparcamientos e iluminación.
Tania García: "Podíamos levantar la mano, aprobar la moción tal y como está y quedar muy bien, pero no vamos a engañar a los vecinos”
Antes de proceder a la votación (toda la oposición a favor y el PSOE en contra), el alcalde Varela quiso aclarar que sí “se comenzará a trabajar en el proyecto de mejora de seguridad vial de Veiga do Mar”, aunque las obras se posponen a otro año. El lavadero y otras viejas demandas también tendrán que esperar.
Las trabajadoras del SAF relatan su “calvario” y piden sin éxito la municipalización
“Somos conocidas como “las asistentas que manda el Ayuntamiento”. Trabajamos los 365 días del año, estamos operativas más de doce horas diarias, con jornadas laborales que en muchos casos superan las 40 horas semanales y nos dividen la jornada diaria hasta en tres turnos, lo que dificulta la conciliación laboral”.
Son palabras de Marisol Gómez, una de las trabajadoras del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) de Vilagarcía, un servicio que atienden a personas en situación de dependencia y que el Concello tiene contratado a una empresa. Gran parte de las empleadas son cabezas de familia monoparentales con hijos a su cargo.
Aralia se hizo hace dos años con la gestión. “La mayoría de nosotras hemos pasados por tres empresas distintas, y cada una es peor que la anterior. No se gestiona bien el servicio y se vulneran los derechos laborales de las trabajadoras”, manifestó Gómez públicamente ayer en el pleno de Vilagarcía, al que acudieron ella y sus compañeras para reclamar al Ayuntamiento que asuma su contratación directa para acabar con “la precariedad laboral” y “el ambiente laboral tóxico”. “Le digo con tristeza señor alcalde que haya tenido que ser la oposición la que nos dé voz para hablar con usted formalmente. Es hora de que se replanteen la concesión del servicio”, espetó la portavoz de la plantilla, a lo que Varela contestó que su puerta “está siempre abierta, al igual que el de la concejala de Servicios Sociales”.
Una competencia impropia
La moción la presentó Podemos-Marea da Vila. El gobierno municipal coincidía en las demandas hacia la Xunta (renovación del convenio colectivo) y hacia el Estado, pero el principal escollo que motivó la abstención socialista fue la petición de un estudio para la municipalización del SAF. “Es una competencia impropia que estamos sufragando y que tiene que asumirla la Xunta, igual que el SPAD”, dijo el alcalde Varela. Tania García aludió a la misma idea y destacó el incremento del precio de la hora en los pliegos de Vilagarcía (a 14,95 euros), así como otras mejoras sociales incluidas. Dijo que en 2015 había 60 usuarios y hoy casi 120.
