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Los autónomos esperan un trimestre “duro” y urgen medidas para fortalecer la industria arousana

Eduardo Abad Sabarís, presidente de UPTA España. UPTA

La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) advierte de que la comarca está en una situación económica crítica. Su presidente nacional, el vilagarciano Eduardo Abad, responsabiliza de ello a administraciones que, como la Mancomunidade do Salnés, “no supieron aprovechar el tiempo durante la pandemia para hacer los deberes” y sacar partido a las potencialidades del territorio. De ahí que, a su juicio, el COVID contribuyera a agravar carencias ya existentes.

Es por ello que pide una reacción unánime y contundente. Más aún teniendo en cuenta que el primer trimestre va a resultar “extremadamente duro” para la salud económica de los arousanos.

Siempre es complicado, ya que son meses de caída en picado de facturaciones –reflexiona–; pero esta vez es mucho peor, ya que hay que sumarle los efectos del coronavirus y el creciente desempleo que está generando en O Salnés”.

Cree el presidente de UPTA-España que “debemos ser conscientes, también, de que miles de arousanos que tenían un presupuesto establecido para consumo directo, mediante el cual activaban el consumo interno, lo que hacen a día de hoy, ante el temor de que esta situación sanitaria se prolongue, es aplicar un recorte presupuestario para intentar fomentar el ahorro, que según el Banco de España creció en la comarca arousana por encima del 25% en 2020”.

"Los ciudadanos arousanos aplican un recorte presupuestario para intentar fomentar el ahorro, que según el Banco de España creció en la comarca por encima del 25% en 2020”

Eduardo Abad - Presidente de UPTA-España

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Esta circunstancia, en buena lógica, contrae el consumo. Y de este modo “empeora, más si cabe, la situación de una comarca que tiene un déficit industrial enorme”.

Imagen de archivo de una de las reuniones mantenidas en el Congreso de los Diputados con presencia de Eduardo Abad. UPTA

Cierre de más establecimientos y más destrucción de empleo autónomo y por cuenta ajena

Lo que quiere decir es que si no hay industria, y además se destruye empleo y baja el consumo interno, “automáticamente se resienten el pequeño comercio y todo tipo de actividades económicas a pie de calle, traduciéndose, a su vez, en el cierre de más establecimientos y más destrucción de empleo autónomo y por cuenta ajena”.

Es una crisis que se retroalimenta y hace que urjan “respuestas inmediatas, como por ejemplo la toma de decisiones que favorezcan la llegada y consolidación de empresas que generen valor añadido”, espeta Abad.

Eduardo Abad y el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá. UPTA

Lamenta así que “se ha dejado marchar durante años a prácticamente todas las industrias conserveras, que al igual que muchas pequeñas y medianas empresas de la comarca arousana decidieron trasladarse a otros puntos de Galicia e incluso del norte de Portugal porque encontraban un apoyo mayor y mayores posibilidades de consolidación y crecimiento”.

“Se ha dejado marchar durante años a prácticamente todas las conserveras, que al igual que muchas pequeñas y medianas empresas decidieron trasladarse a otros puntos de Galicia y el norte de Portugal”

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Se fueron “porque no hemos sido capaces de darles lo que demandaban para ser competitivas, ya que se han creado parques empresariales sin estar dotados de los elementos fundamentales para hacerlo así”, consideran en el seno de la UPTA.

Alega el representante de los autónomos españoles que crear un polígono industrial “no es solo urbanizar una zona, sino que hay que dotarla de todas las herramientas precisas para que pueda atraer empresas y que estas sean capaces de producir y ser rentables”.

Solo así se corrige la situación actual, cuando “vemos polígonos rodeados de arboleda y maleza a causa del abandono y su baja ocupación”.

El “autónomo del futuro” y el “empleo verde” en el rural

Al tiempo que aboga por “buscar alternativas” para lograr “una comarca atractiva para la implantación de empresas”, el presidente de UPTA-España dice que su entidad trabaja en sentar las bases “para lograr lo que podría definirse como el autónomo del futuro, que no tiene por qué estar ligado exclusivamente a las nuevas tecnologías, pero sí a la cualificación”.

Es decir, que el futuro pasa por “trabajadores por cuenta propia con una formación adecuada que les permita ser competitivos; por ejemplo disponiendo de una base en telecomunicaciones que les permita desarrollar su actividad para satisfacer, incluso, a clientes que estén a miles de kilómetros”.

Sugiere Eduardo Abad que “hay que ser capaces de fomentar el empleo verde y de hacerlo, sobre todo, pensando en las zonas rurales de O Salnés y el Ullán, ya que deben convertirse en un espacio de mejora desde el punto de vista laboral y de la conciliación familiar”.

Los autónomos del mar

Esta es solo una muestra de la “compleja situación económica que atraviesa Galicia, particularmente grave en comarcas como la arousana, donde a la escasa industrialización hay que sumar la caída incesante del número de trabajadores autónomos del mar".

"Desde hace un lustro se perdieron unos 400 autónomos y desaparecieron casi el 10% de las pequeñas empresas que existían en la comarca"

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Se refiere expresamente a ellos sabedor de su trascendencia, ya que se trata de un sector formado por "cientos de familias que viven directa o indirectamente de la actividad pesquera y marisquera y que, durante mucho tiempo, fueron uno de los principales sustentos de la economía”.

En definitiva, que “lo que ha provocado el COVID es la aceleración de un deterioro que ya padecíamos desde hace un lustro, ya que se perdieron unos 400 autónomos y desaparecieron casi el 10% de las pequeñas empresas que existían en la comarca”.

Trabajadoras autónomas del mar, en A Illa de Arousa. Noé Parga

Llegado a este extremo, Eduardo Abad advierte de que “el planteamiento para revertir la situación debe ser global, y personalmente no veo que se esté produciendo; no aprecio nada que invite a aglutinar, y a cohesionar las políticas de empleo e industrialización”.

Debe hacerlo -sentencia- la Mancomunidade do Salnés, “que hasta ahora ha sido un absoluto desastre en este sentido”.

Las ayudas por cese de actividad y los créditos

Cuando se le pregunta por el trabajo realizado por UPTA desde que se decretó el estado de alarma, Eduardo Abad responde que su organización “ha negociado desde el primer momento todas las ayudas que se han puesto en marcha por el cese de actividad”.

Esta misma semana “se ha aprobado la tercera remesa, negociada con el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social”.

Asimismo, “hemos conseguido apoyos importantes para los autónomos en el ámbito fiscal, como por ejemplo el aplazamiento de impuestos como el IVA”.

Y “no menos importante es la gestión de los créditos avalados por el ICO, lo que ha permitido poner sobre la mesa cientos de millones de euros para afrontar el rescate del trabajo autónomo”, resalta el vilagarciano.

De ahí que reclame a la presidenta del ente supramunicipal y a los alcaldes de cada municipio que lo integran, como también a la Diputación, “que hagan esfuerzos en la misma dirección, y no solo para saciar las necesidades urgentes de los ciudadanos, sino para planificar el futuro de Arousa”.

Lo que les pide es “que tengan altura de miras y que entre todos seamos capaces de transformar la economía y el mercado de trabajo para salir airosos de esta situación de crisis a la que, de momento, solo asistimos como meros espectadores que lloran por la pérdida económica, pero sin poner sobre la mesa los mimbres necesarios para salir adelante”.

El vilagarciano Eduardo Abad. FdV

“El mejor sistema para repartir las ayudas es el que ya ha desarrollado y testado la Xunta”

Eduardo Abad, presidente de UPTA España, se felicita por el resultado de la “intensa negociación” mantenida con la Consellería de Emprego para diseñar la fórmula por la cual “miles de trabajadores autónomos podrán tener acceso al plan de rescate económico que la Xunta pondrá en marcha en febrero”.

Concreta que “serán casi 80 millones de euros destinados a paliar la dificilísima situación económica que atraviesan los sectores más golpeados”, por lo que “debe ser un salvavidas para atajar las dificultades más grandes de colectivos que siguen pasando dificultades a causa de los cierres obligatorios, limitación de horarios, recorte de aforos y otras restricciones”.

“No estamos dispuestos a que se haga política con las necesidades de nuestros colectivos”

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Como ya ocurrió con las ayudas iniciales de la Xunta, que desde el mes de octubre pasado “favorecieron al 40% de los trabajadores por cuenta propia y pequeñas empresas gallegas”.

Ayer, Abad abundaba en esto para decir que esas ayudas fueron “desde unos más que significativos 1.200 euros hasta los 5.000 euros y esto permitió a los beneficiarios capear el temporal.

Pero también se refería a esta cuestión para decir que “la discusión entre algunos Ayuntamientos y Diputaciones con la Xunta para ver quién tiene que gestionar los fondos carece de sentido”. Por eso advierte que en UPTA “no estamos dispuestos a que se haga política con las necesidades de nuestros colectivos”.

"No es fácil tomar decisiones en estos momentos en los que tenemos prácticamente quinientos muertos diarios"

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Cree Abad que “no es el momento de que se arrojen los trastos a la cabeza unos a otros, sino que toca ser prácticos y dar ejemplo a la sociedad, y esto implica consensuar el sistema que mejor convenga a los necesitados de ayuda”.

Y a su juicio, “el mejor es, sin duda, el que ya ha desarrollado y testado la Xunta, que ha sido capaz en apenas tres meses de gestionar miles de ayudas directas para el colectivo de autónomos, y por tanto ya sabe cómo hacerlo”.

A mayor abundamiento, en UPTA insisten en que "los casi 80 millones de euros que irán destinados a paliar la dificilísima situación económica que atraviesan los sectores más golpeados, y sería un auténtico disparate que estos fondos se gestionaran desde las Administraciones locales".

El mecanismo diseñado en colaboración con las organizaciones de autónomos, repite Abad, "ha demostrado ser en el pasado un mecanismo rápido, eficaz y eficiente".

De ahí que crea esencial actuar “con sentido común y sentido de país", puesto que "en esta situación solo podemos arrimar todos el hombro, ya que nuestra debilitada situación necesita respuestas urgentes".

En definitiva, que "la fórmula consensuada por las organizaciones representativas y la Consellería de Emprego es la mejor”, repite. 

El papel de las Administraciones públicas

Al referirse al papel de los diferentes Gobiernos, Eduardo Abad recuerda que UPTA participó en cada una de las mesas de negociación, "y a título personal puedo decir que me toca estar en prácticamente todas ellas y que he podido constatar que las Administraciones son conocedoras de la situación de los autónomos y las pequeñas empresas".

Sostiene que "todas ellas quieren hacer lo mejor posible su trabajo en un momento tan complicado como el actual, aunque es evidente que mientras los ciudadanos no estén completamente a salvo es imposible que la economía se desarrolle como sería deseable".

Esto lo lleva a apuntar que "no es fácil tomar decisiones en estos momentos en los que tenemos prácticamente quinientos muertos diarios, y cuando las poblaciones están confinadas perimetralmente".

Una de las protestas organizadas por los hosteleros vilagarcianos. Noé Parga

El rescate de los autónomos y la situación de la hostelería, el comercio y las verbenas

Eduardo Abad considera que "la Xunta ha demostrado sobradamente que a través del diálogo con las organizaciones representativas de los autónomos es posible tomar decisiones muy acertadas, como quedó patente en la anterior programación del rescate de los autónomos; y hablo de todos los sectores sin excepción, sin entrar a discutir cuál está peor".

A este respecto, sugiere que "no es cuestión de valorar si la hostería está en una situación peor que otros sectores".

La "cabezonería" del ser humano

Lograr la recuperación económica pasa por sortear la crisis sanitaria. Y esto, a su vez, hace indispensable evitar errores del pasado. Eso cree el presidente de UPTA España, quien lamenta "la cabezonería de los ciudadanos", entre los que se incluye, pues "no hemos sido capaces de ser responsables y no supimos actuar con la diligencia que sí aplicamos en marzo a raíz de la declaración del estado de alarma y el confinamiento".

Es por ello que apela a la responsabilidad de la ciudadanía, pero también a la valentía política. En este sentido, proclama que "no puede existir cobardía política a la hora de tomar decisiones de calado".

Sabe que "las decisiones que no son populares no son del agrado de ningún político, pero sin embargo fueron muy necesarias en determinados momentos para tratar de frenar el avance del COVID y evitar esta tercera ola".

Dicho de otro modo, que "haber tomado las decisiones correctas en su momento, y sobre todo, antes de Navidad, habría evitado miles de muertes y esta situación de regreso al punto cero de la crisis económica".

"Claro que está mal, pero quizás llame más la atención porque tiene más repercursión mediática y visibilidad", reflexiona el presidente de UPTA España antes de aseverar que "tenemos otros que están en peores condiciones, como puede ser el del comercio y todo lo que tiene que ver con las actividades de ocio y cultura".

Terrazas en Vilagarcía, el pasado mes de agosto. Noé Parga

Eso sin olvidar los negocios "de tiempo libre y la cadena de valor de lo que rodea al sector turístico, que no son única y exclusivamente los bares, hoteles y restaurantes, sino también desde fotógrafos a floristerías, barcos de pasaje, organizadores de congresos y todo tipo de colectivos". En definitiva, "miles de personas que desde marzo están sin ingresos".

Es por ello que "no debemos focalizar el grueso de las ayudas y las demandas en la hostelería, pues aún sabiendo que atraviesa momentos complicados, no vamos a hacer demagogia y debemos recordar que, al menos, pudo trabajar todo el verano, y salvo el ocio nocturno, pudo tener un volumen de facturación que le permitió salvar parte de lo perdido durante el confinamiento".

En el momento de revisar todo los sucedido desde la declaración del estado de alarma, Eduardo Abad Sabarís, que también padeció la enfermedad y llegó a estar grave e ingresado por ello, valora "muy positivamente" el trabajo desarrollado desde UPTA. "Baste recordar que hemos sido capaces de poner sobre la mesa el Sistema de Protección Social, prácticamente para todos los autónomos de España -manifiesta-; al igual que hemos conseguido durante los últimos años mejorar sustancialmente la protección social de los autónomos en materia de accidentes de trabajo o enfermedad profesional".

Eduardo Abad conversa con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. UPTA

Buscan "la segunda revolución industrial"

Y eso no es todo, puesto que "también fuimos capaces de desarrollar un sistema de cese de actividad que hasta hace dos años no era universal" y ahora estamos en pleno proceso de "transformación de pequeñas empresas y autónomos, dentro de lo que para nosotros es la segunda revolución industrial de nuestro colectivo".

"Todo lo que está pasando nos hará cambiar la forma de entender las cosas y nuestro modo de vida"

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Habla, de este modo, de "una transformación que debe llegar de la mano de la implantación de actividades económicas desvinculadas de los sectores más atomizados".

Debe ser así, apunta, porque "prácticamente el 50% de los autónomos de la comarca se dedican a la hostelería y el comercio; sectores que, por otro lado, están hiperdimensionados, de tal forma que tenemos una oferta excesiva frente a la escasa demanda por parte del consumidor".

¿Qué futuro nos espera?

Cuando a Eduardo Abad se le pregunta qué futuro espera a los autónomos y al conjunto de la sociedad a corto plazo, responde que "si todo funciona y todas las Administraciones tiran del carro para que el calendario de vacunaciones sea realmente efectivo y se ejecute con celeridad, obtendremos esa inmunidad de rebaño que tanto deseamos, y eso nos permitirá recuperar índices de consumo y regresar a una relativa normalidad con la que dejar atrás las secuelas del COVID".

Unas secuelas, dicho sea de paso, que "no solo se hacen notar desde el punto de vista sanitario, sino también desde el de la salud económica de los ciudadanos, pues todo lo que está pasando nos hará cambiar la forma de entender las cosas y nuestro modo de vida".

Es evidente, concluye, que "habrá un antes y un después, y deberemos adaptarnos a esta nueva realidad que traerá cambios en la forma de vivir y trabajar, por lo que tenemos que ser capaces de planificar a conciencia nuestro futuro".

 

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