Acabó el año 2020 y se inició una nueva etapa en las comunicaciones de Galicia. El largamente esperado AVE ha comenzado a operar y los viajes entre la comunidad y Madrid entran en una nueva dimensión: ya son competitivos con el resto de medios de transporte. Ourense se queda a solo dos horas y cuarto de la capital española, que serán 55 minutos más desde Santiago. El trayecto entre A Coruña y Madrid se reduce a tres horas y 51 minutos, el de Pontevedra, a cuatro horas justas, y desde Vigo el tiempo ascenderá a 4 horas y 16 minutos.

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    Felipe VI, Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Núñez Feijóo encabezaron la expedición ferroviaria que arrancó en Madrid, coronó su llegada a Galicia en A Gudiña y terminó su trayecto en la ciudad de As Burgas

Estos tiempos mejorarán en verano de 2022, cuando para entonces, si se cumplen las previsiones, entre en servicio los trenes Avril, los únicos del mundo con rodadura desplazable y capacidad para rodar a 330 kilómetros por hora. Mientras tanto, la apertura comercial del AVE en Galicia supone la implantación de diez servicios al día en cada sentido entre la comunidad y Madrid.

Las obras culminaron hace justo un año, pero desde entonces la línea ha estado sometida a intensas pruebas de fiabilidad y seguridad para comprobar que todo funciona correctamente. No se quieren correr riesgos tras el accidente del Alvia en la línea Santiago-Ourense, pendiente todavía de resolución judicial.

Estos tiempos mejorarán en verano de 2022, cuando para entonces, si se cumplen las previsiones, entre en servicio los trenes Avril, los únicos del mundo con rodadura desplazable y capacidad para rodar a 330 kilómetros por hora

La inauguración oficial se produjo el día 20 de diciembre, en un acto en Ourense como final de trayecto de un viaje que desde Madrid emprendieron, entre otros, el rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la titular de la cartera de Transportes, Raquel Sánchez. Por el camino, en cuanto el tren entró en territorio gallego, se unió a la comitiva una amplia representación política de Galicia con el presidente, Alberto Núñez Feijóo, a la cabeza.

Su construcción desde Olmedo (Valladolid) requirió una inversión de 10.060 millones de euros, incluyendo también el Eje Atlántico entre Vigo y A Coruña. Los distintos tramos en que se divide este corredor se fueron abriendo paulatinamente. El primero, en 2011, fue el eje Ourense-Santiago y su prolongación hacia A Coruña. Cuatro años más tarde, le tocó el turno entre Olmedo y Zamora y al resto del Eje Atlántico (Santiago-Vigo).

En 2020 se inició la explotación comercial en el tramo Zamora-Pedralba de la Pradería y el pasado día 21 se completó el recorrido al abrirse el trecho entre Pedralba y Ourense, un tramo de 119 kilómetros que requirió una inversión de 2.964 millones de euros, incluyendo los 79 de la adecuación de la vía actual entre Taboadela y Ourense para que pudieran circular por ella los trenes de altas prestaciones.

La línea ferroviaria pone fin a una deuda histórica con Galicia que conlleva 20 años de espera, cuatro presidentes del Gobierno y seis ministros de Transportes y Movilidad

La línea ferroviaria pone fin a una deuda histórica con Galicia que conlleva 20 años de espera, cuatro presidentes del Gobierno y seis ministros de Transportes y Movilidad. Galicia viaja al siglo XXI de la mano de una infraestructura que está llamada a dar el impulso definitivo a la reactivación económica tras la crisis del COVID, a ser la puerta de entrada a un mayor turismo y a vertebrar y fomentar la fijación de población y tejido industrial en el rural gallego.

Pero el mapa de la alta velocidad aún permanece inacabado en la comunidad. Queda otro importante paquete sin ejecutar por una cuantía que por el momento se desconoce. Algunas actuaciones son más urgentes que otras y unas está en fase de desarrollo mucho más avanzado que otras. La más inmediata, y la única que está presupuestada aunque licitada a medias, es la variante exterior de Ourense desde Taboadela. También está pendiente la salida sur de Vigo, el AVE con oporto o la comunicación directa por Cerdedo entre Vigo y Ourense.

El Corredor Atlántico despega en los presupuestos con 276 millones de euros

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Terminadas las obras del AVE a falta de la variante exterior de Ourense, a Galicia aún le queda otro gran desafío ferroviario. Es el dar forma al Corredor Atlántico de mercancías, un proyecto que de momento apenas pasa del papel. Faltan por definir las grandes actuaciones, pero al menos el Corredor Atlántico comienza a despegar porque los presupuestos generales del Estado para el próximo año contemplan inversiones que suman un total de 275,9 millones de euros para modernizar las líneas de mercancías de esta línea.

Se incluye la renovación de varios tramos, su electrificación, adecuación de gálibos, ampliación de vías de apartado para trenes de hasta 750 metros, modernización de las instalaciones de seguridad y comunicaciones y mejora en las estaciones de Santiago, Vigo, A Coruña o Lugo.

  • Mejoras en el Corredor Atlántico de mercancías Renovación de varios tramos Electrificación Adecuación de gálibos Ampliación de vías de apartado para trenes de hasta 750 metros Modernización de las instalaciones de seguridad y comunicaciones Mejora en las estaciones de Santiago, Vigo, A Coruña o Lugo.

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El tráfico ferroviario de mercancías es poco más que testimonial en Galicia. No llega ni al 5% de todo lo que se mueve con destino u origen en la comunidad. La razón principal es una red que data del siglo XIX y que se ha quedado completamente obsoleta.

El horizonte de conclusión de estas obras se sitúa en 2030 y para su financiación se puede optar a fondos europeos. El corredor sale de A Coruña, pasa por Vigo, Ourense y Monforte y conecta con el eje principal por León para desde allí comunicar con toda Europa.