La planificación, desarrollo y ejecución del Corredor Atlántico del tren de mercancías en su ramal del Noroeste (Galicia, Asturias y parte de Castilla y León) corresponde al Gobierno central, que aún debe presentar sus proyectos a Bruselas para optar a fondos europeos con los que financiar de la red ferroviaria. Pero la Xunta quiere participar en su diseño y el próximo mes de enero enviará a Moncloa su “plan de acción” con las actuaciones que considera necesarias para lanzar la modernización de la línea. Ayer, el Ejecutivo autonómico presentó a los presidentes de los puertos y a la patronal gallega, con el objeto de realicen aportaciones durante los dos próximos meses, las líneas estratégicas de la planificación que remitirá a Madrid, que cifra en 3.300 millones de euros la inversión necesaria en Galicia para que el Corredor esté operativo en 2030 y alcance ese año, como gran objetivo, los seis millones de toneladas transportadas por tren, el doble de los registros alcanzados en 2019.
Hay objetivos más ambiciosos en la Estratexia Loxística das Infraestruturas de Galicia 2021-2028, que incluso llegan a casi triplicar el incremento de las mercancías, pero eso dependerá de la intensidad y el nivel con el que se acometa la modernización una línea que arranca en A Coruña y pasa por Vigo, Ourense y Monforte antes de pasar a León. Actualmente el tren solo moviliza el 3,2% de las mercancías que se mueven en la comunidad.
Actuaciones generales
Las líneas de actuación, tal como se recogen en el estudio encargado por la Xunta a la consultora de ingeniería Iceacsa y presentado ayer, no recogen proyectos concretos, pero señalan acciones generales, como la electrificación de toda la vía, la reducción de pendientes –que en algunos casos superan el 2%–, la extensión de los andenes hasta los 750 metros –para que puedan operar los trenes más largos, y rentables también– o el refuerzo de las medidas de seguridad y controles de circulación. A lo que se suma, porque la Xunta lo considera clave, la salida Sur de Vigo y la conexión con el puerto exterior de A Coruña.
En la cumbre de enero de 2019 en Santiago con los presidentes de Galicia, Asturias y Castilla y León, se cifró en 3.100 millones la inversión total en el Noroeste del Corredor Atlántico, pero ahora se eleva a 3.300 solo en Galicia. Fuentes de la Xunta precisan que desde entonces se han ajustado los números, pero que todavía no son definitivos.
La modernización de esta línea permitiría ahorrar la emisión de 150.000 toneladas de CO2 al año o sacar de las carreteras un tercio de los camiones.
Presión autonómica
“No queremos ser periferia”, indicó la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, quien mostró su “preocupación” por la “diferente intensidad” con que el Gobierno central impulsa el Corredor Mediterráneo frente al Noroeste. Vázquez animó a la patronal y a los puertos realizar aportaciones y remar en la misma dirección para generar “un grupo de presión autonómica”, ya que las competencias para modernizar el tren de mercancías son exclusivas del Estado, así como las de acudir a Bruselas en busca de financiación.
En el acto intervinieron también los presidentes de los puertos. El de Vigo, Jesús Vázquez Almuiña, lamentó que la inversión del Estado esté “decantada claramente” hacia el Mediterráneo y demandó celeridad en la construcción de la salida Sur y del ramal al muelle de Bouzas –que de momento están en la fase de estudio de alternativas– para garantizar la conectividad por tierra del sector de la automoción, además de buscar financiación para el apartadero de la Plisan y alertar de la competencia que puede suponer Portugal. Almuiña también deseó para Vigo la misma situación en que se encuentra el puerto de A Coruña. “Ya me gustaría”, dijo, en relación a que la autoridad portuaria ya tiene depositados los 172 millones de euros de fondos europeos que permitirán en 2026 tener operativa la conexión ferroviaria con el puerto exterior de Punta Langosteira.
El presidente del puerto de Marín, José Benito Suárez, anunció que antes de acabar el año sumará dos trenes más a la semana para ponerse en 14 y planteó la posibilidad de ampliar la playa de vías portuaria aunque de momento se quede solo como una explanada.
Fontenla insiste en reclamar una línea alternativa por Lugo
El Corredor Atlántico en su ramal del Noroeste tiene un trazado definido que costó años que Bruselas lo aceptara. La inclusión en las redes europeas de transporte es darle la opción de acceder a fondos europeos para financiar las obras de modernización y, algo tan importante o más incluso, colocar las rutas, los puertos y las terminales de carga en los mapas para que los operadores internacionales de logística los conozcan y utilicen.
Sale de Palencia –desde donde hay conexión con toda la vertiente atlántica de la UE– y pasa por León, Monforte, Ourense y Vigo para acabar en A Coruña. Y modificarlo no es nada fácil.
Sin embargo, hay voces que insisten en cambiarlo, como las patronales de A Coruña y Lugo, que al poco de conseguirse que la UE aceptara la inclusión del Noroeste en el Corredor Atlántico se desmarcaron para reclamar que se incorporase otro ramal desde A Coruña y Ferrol hasta Monforte pasando por Lugo, a pesar de los largos trámites que eso significa y que es el Estado quien debe plantearlo.
El presidente de los empresarios coruñeses, Antonio Fontenla, volvió ayer a insistir en su reivindicación en el acto con la conselleira, al reclamar una línea por Lugo desde A Coruña hasta Monforte. “Es la salida natural de la parte norte de Galicia”, dijo en su intervención.
El presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites, no acudió a la presentación por tener otro compromiso en Madrid y desde la Xunta indicaron que había delegado en Fontenla. Tampoco pudo asistir el presidente de los empresarios de Pontevedra, Jorge Cebreiros.
Sí estaba el secretario xeral de la patronal de Lugo, Jaime López, que tomó la palabra para ratificar las palabras de Fontenla. “Es la línea más real para la UE”, dijo.
Esta demanda también la compartió el presidente del Puerto de A Coruña, Martín Fernández-Prado. “Es estratégica” sostuvo.
