Minutos antes de que Ourense despidiera el primer AVE comercial de la historia de Galicia, desde Vigo partía el primer tren de los nuevos servicios programados por Renfe para la comunidad. La escena en la terminal de Urzáiz a las cinco y media de la mañana era antagónica a la vivida en la estación de Empalme en la inauguración del lunes. Media docena de pasajeros hacían compañía al personal de seguridad y tripulación que vigilaban el acceso al primer Alvia que circularía entre Ourense y Pedralba de la Pradería a más de 250 kilómetros por hora. En este trayecto no se detuvo ni siquiera a su paso por la nueva estación de A Gudiña–Porta de Galicia por un error del CRC de Atocha, dejando en tierra a cinco viajeros.
A la luz de una estación que hasta ahora no había tenido ningún servicio tan madrugador, los rostros de los trabajadores que debían trasladarse a la capital distaban mucho de vivir un acontecimiento histórico. Algunos, como Carmen, se sorprendían al enterarse del hito y reconocía que había optado por el ferrocarril por las facilidades que le da para viajar con su perro.
Dos horas después, la cola ante el escáner de seguridad se hace notar incluso veinte minutos antes de que el segundo Alvia directo –con parada en Santiago– salga de las vías situadas más cerca de la autopista. Era el caso de Beatriz, quien esperaba junto a su hijo y nietos el personal de Atendo que debe ayudar a su marido a acceder al tren. La familia al completo acudió a Madrid para pasar las fiestas aunque visiblemente molestos “porque el AVE no llegue a Vigo tras 15 años de promesas incumplidas”. Comparten vagón con Ariel, argentino de origen y que se desplaza entre ambas ciudades en tren para “ahorrar los tiempos de espera y los problemas de tomar un avión”.
Sorprendentemente, el desvío de estos servicios por Santiago también favorecen su uso para algunos trayectos de Media Distancia y que el tren cuelgue el cartel de “completo” en todo su recorrido. De esta forma, viajeros con una pequeña mochila para acudir a clase o incluso “con lo puesto” comparten la cola de embarque con aquellos que portan maletas y aún están a varias horas de su destino. Tres minutos antes de su partida llegaban las últimas carreras bajando las escaleras para no quedarse en tierra.
Si las salidas fueron rutinarias, la primera llegada puso la nota de color gracias a la Navidad. El primer “directo” de estos nuevos servicios hizo su entrada en la vía 5 de Urzaiz a las 11:12 de la mañana con casi un cuarto de hora de retraso. Una treintena de personas aguardaba en un desangelado vestíbulo de embarque sin cafetería ni decoraciones para repetir imágenes de años anteriores. Mientras algunos lamentaban no poder recibir a sus seres queridos “a pie de vía para ayudarles con las maletas,” otros aseguraban estar maravillados con el complejo de Vialia en su primera visita.
María y sus dos hijos habían esperado a la confirmación oficial de estos billetes para programar su regreso a casa para las fiestas navideñas. El trayecto se hizo largo para los pequeños, especialmente a partir de Ourense después de tres horas de viaje y múltiples paradas. Esta sería una de las quejas más habituales entre todos los que bajaban, lamentando la ausencia de un trazado directo en el sur de Galicia.
No solo desde Madrid
Pero no solo de Madrid llegan los viajeros en este primer Alvia. La parada en Medina del Campo permite el enlace a los universitarios que estudian en Salamanca, como Icía, quien reconoce que “no ha notado una gran diferencia de velocidad” en su regreso a casa por Navidad.
También hay quien ha aprovechado la oferta de lanzamiento de Renfe para visitar a sus amigos durante dos días. Es el caso de Mario Bermejo, quien escogió el tren “pese al tour por toda Galicia” que duplica el tiempo entre la capital castellanoleonesa y Ourense; evitando tener que conducir él solo más de 700 kilómetros.