¿Qué es la meningitis?: tipos, contagio, síntomas y tratamiento

La meningitis es la inflamación de las meninges, que son unas membranas que cubren todo el sistema nervioso central (cerebro y la médula espinal) y del líquido cefalorraquídeo que contienen. Esta inflamación puede tener diversas causas, aunque las más grave es la meningocócica, una forma de meningitis bacteriana; aunque, también puede estar ocasionada por virus, hongos, agentes químicos, fármacos, etcétera

¿Qué es?

La meningitis es una afectación infecciosa de las meninges, que son las membranas de recubrimiento del cerebro y de la médula espinal.

Tipos

Hay dos tipos fundamentales de meningitis: la vírica y la bacteriana.

• La vírica está causada por virus y es más frecuente que la bacteriana. Suele pasar inadvertida y pocas veces pone en peligro la vida.
• La bacteriana, aunque muy poco frecuente, puede ser mortal. Está provocada por distintos tipos de bacterias, de los cuales, los más frecuentes son Neisseria meningitis (meningococo), la más virulenta, y Streptococcus pneumoniae (neumococo).

Síntomas

Los síntomas clásicos son: dolor de cabeza, fiebre alta y vómitos, aunque también puede cursar con malestar general, sensación de trancazo, rigidez en el cuello, fotofobia, confusión; somnolencia, erupciones de color púrpura en la piel, y en los lactantes, un abombamiento en la fontanela (separación que, durante los 12 a 18 meses, se observa, como parte del desarrollo normal, entre los huesos del cráneo del bebé). Sin embargo, no todos los pacientes presentan el mismo cuadro clínico.

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Prueba diagnóstica

La punción lumbar es la prueba que permite saber si el paciente sufre meningitis y determinar de qué tipo es. Se introduce una aguja en la parte baja de la espalda y se extrae líquido cefalorraquídeo, que es el que baña el encéfalo y la médula espinal. Un análisis citológico (número de células, tipos de células, etcétera) y bioquímico (proteínas que contiene e hidratos de carbono, fundamentalmente la glucosa) permite saber si es o no meningitis. La confirmación se obtiene por medio del cultivo microbiológico, aunque no siempre es capaz de arrojar datos sobre su clasificación.

Tratamiento

El tratamiento para la vírica es sintomático, es decir, está destinado a combatir los síntomas. Para la bacteriana, se suministran antibióticos por vía intravenosa. El diagnóstico y tratamiento en las primeras 24-36 horas son vitales para la evolución favorable de la enfermedad.

Contagio

Se trasmite por las secreciones nasales, saliva y por el aire contaminado de estornudos o toses de personas enfermas o portadores. Se calcula que el 10% de la población es portadora de esta bacteria aunque no desarrolla la enfermedad. "Hay portadores asistemáticos de meningococos, es decir, que tienen esta bacteria en la garganta y que no le causa problemas, y otras que en el momento que entran en contacto con ella sufren una sepsis (infección de la sangre) tan intensa que compromete a todos los órganos; riñones, hígado, corazón, pulmones, y que puede desencadenar en muerte. ¿Por qué? Es lo que se está estudiando, aunque se cree que la clave está en la interacción que se produce entre la propia bacteria y la capacidad de respuesta del individuo", explica.

Prevención

En la actualidad, hay vacunas para el neumococo y también para la mayoría de los serotipos de meningococo.

Protocolo

En caso de detectarse o sospecharse un caso de meningitis bacteriana, Sanidade activa el protocolo de prevención, que consiste en suministrar tratamiento de quimioprofilaxis a las personas que hayan estado en contacto directo con el enfermo.