La Regata Ribeiro Rías de Galicia arribó ayer a Vigo con un tripulante especial entre su flota, de "sangre azul", enrolado en uno de sus barcos. El príncipe de Beira, Alfonso de Bragança -hijo del duque de Bragança, heredero del trono de Portugal si se restaurase la monarquía-, tuvo la oportunidad de disfrutar de esta competición a bordo del Atir, patroneado por Alejandro Marques de Magallanes, y al mismo tiempo conocer las distintas localidades de las Rías Baixas en las que hizo escala.
"Ha sido una experiencia fantástica, me he divertido mucho y espero poder repetir otro año. Sólo había estado una vez antes en Galicia, concretamente en Vigo, así que para mí era una desconocida y me ha sorprendido mucho. He tenido la oportunidad de conocer distintos pueblos como Sanxenxo y Combarro que me han encantado, su costa desde el mar y su gastronomía, tan buena como la portuguesa", señala Alfonso de Bragança, mientras recoge el barco y su equipaje junto a sus compañeros de travesía.
Como un tripulante más, su sencillez y humildad le hicieron pasar inadvertido entre los participantes de la regata. Ni siquiera los integrantes de los dos barcos portugueses en competición, el Cleopatra y el Luzito, se percataron de la presencia de su compatriota. Invitado por la familia de Adriano Marques de Magallanes, amigo íntimo de su padre, con solo 19 años era la primera vez que competía. "El resultado es lo de menos, toda la tripulación éramos muy jóvenes y sin experiencia, así que nos lo tomamos como una experiencia para divertirnos y disfrutar", destaca Alfonso. Pese a los buenos momentos a bordo del Atir, reconoce que también ha sido duro. "Son muchas horas de navegación durante varios días, levantándonos pronto y acostándonos tarde, así que ahora estoy bastante cansado", señala.
El propio Adriano Marques de Magallanes acudió al muelle del Real Club Náutico de Vigo para recibirle y llevarlo a su casa de Cesantes, en Redondela, donde pernoctaría acompañado por sus compañeros de embarcación.
El príncipe de Beira partirá hoy hacia la ciudad gala de Niza, en la Costa Azul, donde volverá a embarcar junto a su familia para proseguir con sus vacaciones con un recorrido por el Mediterráneo.
