Hasta el año 2008 España construía la mitad de todas las viviendas de la UE y en sólo 4 años el número de arquitectos se incrementó un 25%, según los registros del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Pero tras el boom inmobiliario (que hizo posible por ejemplo que dos de cada tres profesionales de este sector contasen con estudio propio) la profesión se enfrenta a una dura reconversión. Especialistas como Celestino García Braña, que deja el decanato del Colegio de Arquitectos de Galicia (COAG) tras cinco años y medio al frente del colectivo profesional, advierten que la carga de trabajo se ha reducido a mínimos históricos

—¿Qué diagnóstico haría de la actual situación de la arquitectura gallega?

—Creo que en términos de calidad es una arquitectura que compite claramente con la que se lleva a cabo en otros territorios españoles y europeos y eso lo digo sin duda alguna, pero hablando en términos de crisis económica la arquitectura gallega está pasando por un momento verdaderamente dramático y creo que el conjunto de la sociedad a través de sus administraciones e instituciones debería hacer todo lo posible para corregir esta situación, para evitar que esta situación de crisis finalice con la buena cultura arquitectónica que hemos alcanzado en estos momentos.

—¿Cómo está repercutiendo la crisis en el sector?

—Se manifiesta de diferente manera: en primer lugar una parte de los arquitectos jóvenes, y cuando digo esto estoy pensando en los profesionales menores de 40 o 45 años, está pensando muy seriamente en marcharse a trabajar fuera, algunos lo han hecho ya. Y no hay que olvidar que emigra siempre el que está en mejores condiciones, es como una ley de vida, emigran los más fuertes, los que reúnen mejores condiciones para sobrevivir. Y en segundo lugar repercute también porque en una situación de crisis económica como esta, tan fuerte, inevitablemente de un modo o de otro los honorarios laborales acaban bajando a extremos de mera supervivencia, y naturalmente no es posible si se me permite la expresión dar duros a cuatro pesetas.

—Ha insistido en diversas ocasiones en que es necesario un cambio en la visión de las administraciones públicas...

—Y me gustaría volver a repetirlo ahora públicamente ahora que finaliza mi mandato y que lo he repetido tantas veces en los despachos: las administraciones públicas deberían hacer los máximos esfuerzos porque el trabajo fuese, por un lado, lo más repartido posible y, por otro, para que el enorme peso que tiene la oferta económica a la hora de elegir uno u otro proyecto no fuese tanto, no es razonable que la oferta económica suponga aproximadamente un 50% del peso en detrimento de otros aspectos técnicos de los proyectos de obras, como la calidad. Se prima el aspecto económico en detrimento de otros factores que son muy importantes y no le prestamos suficiente atención a pesar de que es una situación que a la corta, a la muy corta en realidad, se puede corregir.

—Le ha tocado ser decano del Colegio de Arquitectos precisamente en un momento de profunda reestructuración de estos órganos colegiales ¿qué balance hace de estos cinco años y medio al frente del colectivo profesional?

—Quiero decir que han sido cinco años y medio para mi apasionantes, hay gente, amigos, colegas, que me han dicho “qué mala suerte” o “pero mira en qué momentos has tenido que lidiar con las tareas del decanato” y, bueno, yo me quedo pensando para mis adentros que qué suerte estar precisamente en estos momentos, porque esto es como el que navega: no me creo que a un buen navegante le gusten las aguas encalmadas y cuando vienen fuertes pues también logras muchas cosas. Si tengo que hacer ese balance diría que se ha puesto la maquinaria interna del colegio razonablemente al día, aunque faltan algunos ajustes; hemos podido al mismo tiempo ofertar los mismos servicios, incluso más, los servicios de formación y asesoramiento creo que se han visto impulsados y creo que en algunos aspectos hemos sigo capaces de dialogar eficazmente con la administración.

—¿De qué colaboraciones con las administraciones se siente especialmente satisfecho?

—Me estoy refiriendo a dos aspectos que considero fundamentales: todo lo que ha sido el tema de las normas de habitabilidad y por otra parte la tarea conjunta hacia la implantación de las licencias digitales, tarea en la que estamos trabajando directamente con la Consellería de Precidencia. Y, sobre todo en estos últimos 4 años, hemos podido firmar convenios muy importantes, proyectos con el Ministerio de Medio Ambiente, el convenio con la Consellería de Medio Ambiente y con diversas instituciones. Han sido acuerdos en los que el colegio ha podido trabajar con las administraciones de tu a tu y en muchos aspectos incluso llevar la iniciativa. Y lo que creo que es que seguramente sin estos tiempos de crisis, por muy lamentables que sean, este despliegue de energía quizás no se podría haber hecho. Y también tengo que decir que si algunas cosas han sido posible ha sido gracias al trabajo entusiasta de un grupo de colegas que me han acompañado en esta aventura que me ha parecido apasionante.