Ribadumia no vivía una jornada como la de ayer desde hace muchos años. Un salón de plenos repleto, con gente por los pasillos minutos antes del inicio de la sesión, ya evidenciaba que el momento que se iba a vivir era histórico. Y así fue, David José Castro Mougán se convertía en el primer alcalde de Ribadumia que no pertenece a las siglas del Partido Popular gracias al apoyo de PSOE y Somos Maioría, que cumplieron con el compromiso alcanzado tan solo unos días antes. Los tres escenificaron la caída del bastión conservador a la perfección, sin fisuras, desde su entrada en grupo al salón de plenos hasta la salida del mismo.

El pleno arrancó con la conformación de la mesa de edad. A un lado la conservadora Susana Fandiño como la mayor, y al otro el socialista José Ramón González Lede. Todos juraron o prometieron su cargo ciñéndose al papel repartido por la secretaria, todos menos el representante de Somos Maioría, que "pasó" del Rey, y el de los socialistas, que optó por la fórmula de "imperativo legal".

En la votación no hubo ni urna ni mano alzada, sino que se optó por un método nominativo en el que la secretaria municipal iba preguntando, uno a uno, el sentido de su voto. Comenzaron los integrantes del Partido Popular, todos ellos recitaron el nombre de Salomé Peña hasta sumar seis apoyos. Llegó el turno de Independientes, que respaldaron a David Castro, mientras el candidato del PSOE hacía lo propio.

El último en responder era Enrique Oubiña Lago. En su mano estaba deshacer el empate. La tensión y el silencio se palpaban en el breve instante en el que tardó en responder a la pregunta. Fueron apenas dos segundos en el que la expectación tomó por completo el salón de plenos y de la boca del candidato de Somos Ribadumia salió el nombre de David Castro, deshaciendo el empate y provocando los vítores y los aplausos en un lado y el silencio con cara de póker en el otro, al asumir el viaje a la oposición al que queda condenado el Partido Popular durante los próximos cuatro años y del que eran conocedores desde hace unos días por el acuerdo alcanzado por las tres formaciones políticas.

David Castro recogió de manos de Susana Fandiño el bastón de mando, un elemento que "simboliza una nueva etapa en el Concello". El nuevo alcalde de Ribadumia asumió el cargo apelando a dos cuestiones muy importantes: "responsabilidad para servir a los vecinos de Ribadumia y compromiso de transparencia en el desarrollo del programa consensuado" por los que integrarán el tripartito en el municipio. Tampoco se olvidó de agradecer el trabajo realizado a la anterior corporación.

Entre los primeros en felicitar al nuevo alcalde se encontraron dos de sus principales oponentes, la alcaldesa saliente, Salomé Peña, y el líder del Partido Popular en la provincia de Pontevedra, Rafael Louzán.

Tras el nombramiento del nuevo alcalde, la secretaria realizó un recorrido por la situación económica del Concello en el que afirmó que disponía de más de un millón de euros en activo y que carecía de deuda.