El cambadés Francisco Asorey fue uno de los grandes artistas plásticos gallegos del siglo XX, pero por unas razones u otras en la actualidad no goza del reconocimiento público que se le presupondría por el valor de su obra. Un ejemplo de ello es que ni siquiera hay una placa en el que fue su taller durante décadas en Santiago de Compostela, y del que salieron varias obras cumbre de la escultura gallega. Pero el Ayuntamiento compostelano está a punto de saldar esta deuda.

Los tres grupos que integran la corporación municipal (PP, PSOE y BNG) acordaron por unanimidad en pleno colocar una placa en el garaje de la calle Tras Santa Clara donde estuvo el estudio de Asorey. Un acuerdo que fue consensuado con un hijo y una nieta del artista, que crearon hace algo más de un año una asociación para difundir el legado del cambadés.

La previsión es que la placa se coloque antes de que finalice este 2014, en el que se organizaron varias actividades para conmemorar el 125 aniversario del nacimiento de Asorey. Además de los descendientes del escultor, está prevista la asistencia del alcalde de Santiago, Agustín Hernández, y de autoridades municipales de Cambados.

Lo que fue el taller de Asorey es hoy un garaje. Está en una calle próxima al convento de Santa Clara, y fue su segundo estudio en Santiago. El primero lo había tenido no lejos de Santa Clara, en la calle Caramoniña, que está junto a lo que hoy es el Museo do Pobo Galego. Conoció a su esposa precisamente en la iglesia pegada al museo.

La mujer era de San Pedro, un barrio próximo tanto a Caramoniña como a los conventos del Carmen y Santa Clara, a donde se mudaría la pareja. Asorey compró una finca en Tras Santa Clara donde primero levantó su taller y después una casa. Nunca vivió en ella, pues residía a unos 200 metros de distancia, en el Campiño do Carme, y dejó el inmueble de Tras Santa Clara para alquilar. Una casa en la que hoy en día tiene su sede la asociación Francisco Asorey.

En lo que respecta al antiguo taller, no conserva la fisonomía de aquellos años. Cuando vivía el escultor la calle era de tierra y más estrecha, y de hecho su estudio ocupaba unos tres o cuatro metros de la misma. Posteriormente, cuando el Ayuntamiento procedió a empedrar la calle y construir las aceras, se retranqueó el cierre. Además, la estructura actual es más baja. En la parte trasera todavía tiene la pequeña huerta que en su día había comprado Asorey. La primera obra que salió de allí fue el monumento a San Francisco.

Los ayuntamientos de Cambados y Santiago forman parte de la comisión Asorey, creada con motivo del 125 aniversario del nacimiento del escultor. Y uno de los eventos más importantes del año fue la exposición "O Asorey descoñecido", que estuvo precisamente en las dos localidades. En Cambados la muestra estuvo durante el verano en el pazo de Torrado, y obtuvo unas 3.000 visitas, mientras que en Santiago la exposición fue en el pazo de Fonseca, durante este otoño, y se clausuró con unas 7.000 visitas. Además, se ha elaborado un catálogo de la muestra que se ha repartido por centros educativos y sociales, y está previsto que a mediados o finales de este mes se vuelva a reunir la comisión para iniciar la convocatoria de la segunda edición del premio de escultura que lleva el nombre del cambadés.