"Todos somos Quico e Fátima". Este es el mensaje y el clamor popular que ayer se escuchó en las calles de O Grove, y especialmente en la céntrica plaza de O Corgo. Más de un millar de personas se concentraron a las puertas de la casa consistorial para respaldar a Juan Francisco Bea Rodríguez (Quico) y Fátima Doçeu Bernabé, un matrimonio que en menos de un mes puede perder su casa.

Esta vivienda, como explicaron ellos hace días en FARO DE VIGO, fue adquirida hace quince años sin que supieran que era ilegal, ya que ocupa dominio público de protección de costas. Parece que el anterior propietario ya había sido multado en varias ocasiones, pero no les informó de la situación, como tampoco la entidad bancaria que les concedió la hipoteca ni ningún otro organismo.

Hace cinco años se enteraron de que su hogar es ilegal. Fue cuando tuvieron que empezar a pagar multa coercitivas -ya llevan ocho-. Hace solo unos días les comunicaron que en menos de un mes el inmueble va a ser derribado, por lo que se quedarán sin domicilio y sin tener a dónde ir. Además, habrán perdido todo lo invertido en estos quince años, y aún les quedará una década más de carga hipotecaria.

Por eso ayer quisieron arroparlos y animarlos los ciudadanos de O Grove, y algunos de otras localidades. Entre ellos políticos -con el alcalde, Miguel Pérez, a la cabeza-, empresarios, comerciantes, hosteleros y una sociedad "indignada" con lo que consideran "una injusticia" y "un abuso".

Los grovenses apelan a la "comprensión", e incluso a la "compasión", para que Quico y Fátima puedan salvar su casa. Y así lo expresaron con su apoyo, lanzando consignas y portando pancartas en las que se reclama también a un rápido pronunciamiento del Tribunal Constitucional.

Quico Bea y Fátima Doçeu quisieron "agradecer a todos el apoyo que nos prestan y la muestras de cariño que estamos recibiendo tanto con esta concentración ciudadana como a través de las redes sociales, donde incluso se organizó una campaña de recogida de firmas para presentarlas ante la Xunta de Galicia".

El propietario de la vivienda confiesa que no se esperaban, "ni de lejos, tantas muestras de solidaridad, lo cual nos hace sentirnos emocionados e infinitamente agradecidos".

Ahora, afirma Bea, "solo nos queda esperar y desear que el Tribunal Constitucional, o cualquier otro organismo con competencias, puedan tomar decisiones urgentes teniendo en cuenta mi condición de comprador de buena fue".

En este sentido, reitera que cuando adquirió la casa motivo de litigio "no sabía que era ilegal, porque de ser así, evidentemente no la habría comprado".

Como explicó hace días en FARO, donde dio a conocer su caso, ayer reiteró que "lo ideal sería que el Constitucional se pronunciara cuanto antes aplicando la jurisprudencia existente en casos anteriores, atendiendo así nuestra petición". Recuerda que "hubo un caso similar en As Sinas (Vilanova) y el Constitucional falló a favor de una persona que había comprado una casa afectada diciéndole a la Administración que no podía multar ni tirar la casa de quien no cometió la infracción".

En su caso, manifiestan Francisco Bea y Fátima Doçeu, "somos una familia sencilla que fue engañada cuando adquirió la vivienda y que ahora solo suplica que se atiendan nuestras peticiones y no nos dejen sin hogar ni medio de vida", ya que en la misma vivienda está instalado el estudio en el que realiza sus trabajos Quico Bea, integrante del dúo musical Prisma.