Aunque es pronto para hablar de pérdidas, el fantasma del desabastecimiento de los mercados acecha al sector mitilicultor gallego desde que apareció el último y virulento episodio de biotoxinas. Al hilo de esto, en el sector productor denuncian la existencia de depuradoras de moluscos que adquieren mejillón en Andalucía y lo manipulan en Galicia para enviarlo al mercado y así no defraudar a sus clientes.

Estas operaciones, por sí solas, son perfectamente legales. Pero los dirigentes bateeiros consideran que hay depuradoras que van más lejos y que una vez manipulado ese mejillón andaluz lo etiquetan como si fuera gallego, para aprovechar su mayor prestigio en los mercados y comercializarlo aprovechando que en la actualidad hay diversos polígonos abiertos.

Y de ser así se trataría, lógicamente, de un "fraude", pero también de "un claro ejemplo de competencia desleal, ya que el mejillón andaluz no tiene la calidad del nuestro y su comercialización como gallego atenta contra nuestro prestigio", aseguran los responsables de varias organizaciones productoras.

Es por ello que reclaman a la Consellería do Medio Rural e do Mar que intensifique los controles en las depuradoras para tratar de identificar la llegada de ese mejillón foráneo que es etiquetado como autóctono.

"Sabemos que está llegando mejillón de otras latitudes, pero sobre todo de Andalucía, ya que en Portugal también tienen cerrado a causa de las biotoxinas, y no podemos evitar que esto suceda porque también nosotros enviamos mejillón fuera; pero lo que no podemos permitir es que se engañe al consumidor con un etiquetado indebido", reflexiona el presidente de una de las asociaciones mejilloneras arousanas. Y acto seguido explica que "esto sucede tanto ahora, cuando sufrimos este episodio tóxico, como en otros momentos del año, por eso los controles deben realizarse siempre". Las mismas fuentes argumentan que "los controles de biotoxinas no son tan estrictos en Andalucía como en Galicia, donde tenemos el mejor laboratorio del mundo".