Stellantis sitúa en Italia el cuartel general para la toma de decisiones sobre las furgonetas

Mirafiori se reconvierte para albergar, entre otros, la sede de la división Stellantis Pro One, que lidera Vigo

Tavares amenaza a Meloni con cerrar fábricas si entra un competidor chino

La gama de vehículos comerciales ligeros de Stellantis Pro One

La gama de vehículos comerciales ligeros de Stellantis Pro One / Stellantis

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Stellantis va en serio a por una porción mucho más grande en el mercado de las furgonetas. El 30% que tiene ahora en Europa, líder indiscutible, se podría ver amenazado por nuevos competidores, tanto llegados desde fuera (productores asiáticos) como entre los viejos competidores (por ejemplo, la joint venture de Volvo, Renault y CMA CGM). De ahí que el grupo que dirige Carlos Tavares decidiese crear el pasado año la Stellantis Pro One, la división que engloba a todos sus vehículos comerciales y en la que destaca Vigo por la producción de las K9, superventas en su segmento. Sin embargo, la toma de decisiones para este nicho se hará lejos de Balaídos, más aún que cuando la antigua PSA lo hacía desde Francia. La compañía ha decidido situar en Italia la sede para esta división que, como recuerdan, representa un tercio de los ingresos totales de la multinacional.

Stellantis celebró esta semana la inauguración de un nuevo centro de producción del histórico complejo de Mirafiori. La factoría de Turín, en el norte del país, comenzó de forma oficial la fabricación de transmisiones electrificadas de doble embrague (eDCT), una actividad que complementará con otras para la reconversión total de la planta hogar del Fiat 500.

Según el grupo, el Mirafiori Automotive Park 2030 será el mayor ejemplo de ese viraje de una empresa de automoción a una de movilidad, convirtiéndose en uno de los tres principales hubs a nivel mundial de la empresa, realizando operaciones que abarcan todo el ciclo de la automoción, desde el diseño hasta el reciclaje.

Allí, además, estará la sede de Stellantis Pro One, la división que tiene unos seis meses de vida y que está dirigida por el italiano Jean-Philippe Imparato, también CEO de Alfa Romeo, que precisamente esta semana presentó un nuevo modelo, el SUV Milano.

La idea esta línea de negocio es la de “impulsar la ofensiva” en vehículos comerciales “a fin de alcanzar el liderazgo mundial”. Mirafiori ahora albergará el cerebro desde el que se tomarán las decisiones claves para esta división, entre ellas, el futuro de las K9 que se ensamblan en la factoría de Balaídos: Citroën Berlingo, Opel Combo, Peugeot Partner y la Fiat Doblò, la última en incorporarse tras la fusión de PSA y FCA.

Aunque el propio Tavares dejó entrever en su visita a Vigo el pasado diciembre que la planta estaba bien posicionada para mantener en el futuro el relevo de los vehículos comerciales ligeros, lo cierto es que de aquí a 2030 pueden suceder muchas cosas, y más en una industria como la automoción. De hecho, en el reparto que el grupo está haciendo de las nuevas plataformas industriales, por la que todavía espera Balaídos para su Sistema 1, todavía no se ha estudiado cuál será la elegida para la siguiente generación de las K9, cuyo reemplazo no se espera hasta 2030.

Dardos

Por otro lado, y aprovechando tanto la presentación del Milano como la inauguración del centro de Mirafiori, Carlos Tavares dejó varios dardos contra los fabricantes chinos y contra el Gobierno de Giorgia Meloni, que viene presionando al grupo para que invierta más en el país.

Según el luso, de entrar un fabricante chino en Italia, el Gobierno “será responsable” si finalmente él se ve obligado a tomar “decisiones impopulares”. “Entonces puede que no necesitemos tantas plantas como tenemos ahora. Estamos preparados para la batalla, pero en una batalla hay bajas”, indicó ante los medios.

Tavares, segundo por la izquierda, durante la inauguración en Mirafiori

Tavares, segundo por la izquierda, durante la inauguración en Mirafiori / Stellantis

Sobre los productores asiáticos, Tavares indicó que plantarán batalla y que además de Alfa Romeo en el pasado, una empresa china también intentó comprar otra de las marcas de Stellantis, a lo que él se negó. “En ambas situaciones expresé una clara negativa y puedo garantizar que no seguiremos el ejemplo de Volvo o MG. No tenemos intención de vender a los chinos y nos enfrentaremos a la competencia en el mercado sin demora”, apuntó.

Junto a ello, Tavares también confirmó que la planta de Pomigliano, en el sur, seguirá fabricando el modelo actual del Fiat Panda hasta finales de década, siendo el nuevo ensamblado en Serbia. Una noticia que puede tener implicaciones en Vigo, ya que esta factoría –si nada cambia– será una de las tres que tenga la plataforma STLA Small, junto a Balaídos y Figueruelas (Zaragoza).

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