Se hizo esperar, pero por fin ha llegado. El sol lució ayer en la comarca arousana en todo su esplendor después de casi un mes de primavera dominado por las lluvias y el frío. Los embalses volvieron a recuperar sus niveles, incluso por encima de la ocupación de años anteriores, pero una vez restituida la situación pre-sequía necesaria para muchos sectores, muchos ciudadanos ya estaban cansados de tanta agua, tanto paraguas y tanto abrigo en pleno mes de abril.

Y ello se notó ayer en las playas de la comarca. No fueron pocos los vecinos que se animaron a disfrutar del litoral marítimo con un paseo o yendo a la playa a tomar el sol. Los más atrevidos incluso se dieron algún que otro chapuzón. El primero del año. Que ya tardaba.

Y es que para muchos la Semana Santa "abre" la temporada de baño, una de esas -tantas- reglas no escritas, aunque este 2018 hubo que esperar más de lo previsto porque esos días festivos cayeron muy pronto en el calendario y estuvieron pasados por agua. Tanto que una buena parte de las procesiones tuvieron que cancelarse.

Temperaturas veraniegas

Ayer el mercurio superó los 24 grados centígrados en Arousa, una temperatura que se mantendrá durante la jornada de hoy, según las previsiones de Meteogalicia. Mañana viernes podrían alcanzarse los 27 grados, una temperatura completamente veraniega, aunque el sábado volverán a bajar los termómetros a los 23 grados.

Crece la probabilidad de lluvia al 40% y el domingo al 60%. No obstante será algo puntual, pues la próxima semana también se esperan cielos despejados y temperaturas agradables, por encima de los 20 grados. Según las previsiones meteorológicas, parece que la primavera -por fin- ha llegado para quedarse.