Aunque una vez superada la Festa do Marisco puede decirse que O Grove está bajo mínimos, ya que hay muchos negocios que cierran sus puertas en esta época del año por descanso, no es menos cierto que el corte en el suministro de agua registrado ayer no pudo evitar la indignación de algunos hosteleros y comerciantes que sí tienen abiertos sus negocios y creen que salen perjudicados.

Lo que sucede en algunos casos es que "llueve sobre mojado", por lo que algunos dicen estar cansados de "este tipo de averías en el centro del pueblo", mientras que otros, ya descontentos desde un principio con las obras de peatonalización de la calle Castelao, señalaban ayer que "todo se está haciendo mal desde el principio".

En cualquier caso también hay empresarios que restan importancia a lo sucedido, alegando que la rotura se produjo "por mala suerte y porque las tuberías están mal".