A juicio dos “paparazzi” por vender fotos en toples de Mariló Montero

La presentadora pide 6 años de prisión para Diego Arrabal y Gustavo González por un delito continuado de revelación de secretos

Mariló Montero, en una entrevista radiofónica   | // INSTAGRAM

Mariló Montero, en una entrevista radiofónica | // INSTAGRAM / Germán González

Germán González

La Audiencia de Barcelona juzga esta semana a los paparazzi Gustavo González y Diego Arrabal por un delito de revelación de secretos, ya que presuntamente quisieron comercializar unas fotos de la presentadora Mariló Montero en toples hechas en la Semana Santa de 2015 en Bora Bora. La Fiscalía no acusa en este procedimiento, al considerar que no hay delito en la acción de los fotógrafos, porque las fotos no han visto la luz. Sin embargo, los abogados de Montero reclaman seis años de cárcel para cada uno de los procesados.

El pasado julio se celebraron las cuestiones previas en las que el tribunal aceptó la propuesta de no juzgar a los paparazzi por las fotos que se hicieron a Montero y a su familia entre diciembre de 2014 y enero de 2015 en unas vacaciones en Islas Maldivas. De esta forma, el juicio se centra en las imágenes tomadas en Semana Santa de 2015 en Bora Bora a Montero en las que aparece en toples con una amiga.

La presentadora alegó que las imágenes se habían tomado sin su consentimiento y que se usaron en varios programas de televisión para dudar de su orientación sexual. En este sentido, la Audiencia de Barcelona rechazó de nuevo la petición de las abogadas de Montero para que se acusara a los paparazzi por un delito de injurias al hablar sobre la relación de la presentadora y su amiga por esas fotos.

En esa misma primera sesión del juicio, José Manuel Vázquez Rodríguez, letrado de Arrabal y González, señaló que las imágenes de Bora Bora las tomaron otros fotógrafos, no los acusados. Por eso remarcó que los denunciados desconocen las circunstancias en las que se tomaron.

El letrado recordó que la revista Lecturas no quiso publicar las fotos y que no salieron en ningún lado, por lo que pide la absolución para sus clientes. El procedimiento comenzó con una demanda de Mariló Montero por intromisión ilegítima en el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen por estas fotos en las que aparecía en toples más las que estaba junto a su familia en Islas Maldivas.

A principios del año 2022, el Juzgado de Primera Instancia número 35 de Madrid condenó a la agencia de los citados fotógrafos, Código Press, a pagar 340.000 euros por captar estas imágenes, la indemnización más alta en España por sentencia judicial por captar fotos sin permiso. De esa cantidad Montero recibiría 265.000 euros por daños morales y su amiga el resto.

Sin embargo, en agosto de 2022, la Audiencia de Madrid revocó la condena al indicar que existía un procedimiento penal abierto por revelación de secretos en Barcelona contra los paparazzi y que hasta que no se resolviera no se podría iniciar acciones civiles.