Un desprendimiento de tierras masivo se registró la noche de este viernes en la parroquia redondelana de San Esteban de Negros, afectando a su paso a varios vehículo y viviendas, pero sin causar daños personales.

La carretera N-555 quedó totalmente cortada desde las 23:00h y los vecinos trabajaron para retirar las piedras y evitar que el gran torrente de agua entrase en las casas. A lo largo de la mañana del sábado, la circulación continuaba cortada.

Durante toda la jornada del viernes, Redondela ya vivió una jornada de caos a causa del temporal. El desbordamiento del río Maceiras a su paso por el centro urbano cubrió de agua varias calles y anegó locales comerciales, portales y garajes.