Una mujer de 63 años mató a su marido de un martillazo en la cabeza y luego le dio 150 puñaladas, dejando escrito en una nota que él le maltrataba. Después se ahorcó con un pañuelo que colgó desde el marco de una puerta. Ocurrió en Sevilla.

El martillazo mortal se lo habría propinado el lunes. Después apuñaló al hombre, limpió la casa y sentó el cadáver en un sofá. La mujer ingirió pastillas y al no lograr suicidarse de esta manera, al día siguiente se ahorcó.