La Guardia Civil investiga el extraño tiroteo a una vivienda de Ponteareas, cuyos propietarios se encontraban en su interior en el momento de los disparos. El matrimonio, afortunadamente, se encontraba en la planta baja del domicilio y no hubo heridos ya que los disparos hicieron añicos los cristales de una ventana y una puerta en la planta superior.

Los hechos tuvieron lugar el miércoles pasado, a última hora de la tarde. La mujer, que se encontraba con su marido en la parte de abajo del domicilio familiar, oyó dos fuerte detonaciones en el exterior de la vivienda y ruido de cristales en la planta superior. Subió a ver que ocurría y al sospechar que habían disparado contra su casa alertó a la Guardia Civil. Varios vecinos oyeron también las detonaciones, si bien creyeron que eran "petardos fuertes".

El matrimonio, que aseguró no tener problemas recientes con nadie, explicó a los agentes que hace quince días mientras quemaban unos rastrojos en su propiedad, paró un vehículo y el conductor realizó varias fotos. Cuando le preguntaron por qué, replicó que fotografiaba la hoguera y se marchó de allí.

Efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil se desplazaron hasta la vivienda, situada en la parroquia de Pías, muy cerca de Mondariz, en busca de restos de casquillos y pistas que permitan dar con el autor de los disparo, mientras un coche patrulla vigilaba la zona.

En principio se descarta la posibilidad de un ajuste de cuentas, ya que se trata de un matrimonio normal sin problemas; aunque según su entorno hace unos años uno de ellos tuvo problemas con una relación anterior, si bien habían sido zanjados hace más de dos años.

El ocurrido en Pías no es el único tiroteo inexplicable en Condado-Paradanta en los últimos meses. Dos individuos dispararon a finales de octubre desde una potente motocicleta contra un vehículo del propietario de taller de electricidad estacionado a las puertas del establecimiento en el Polígono Chan da Ponte, en Salvaterra.

El dueño del coche y gerente de la empresa se ocultó en el almacén a la espera de que llegase una patrulla de la Guardia Civil, cuyo cuartel se ubica en las proximidades.

Los dos individuos huyeron dejando daños en la carrocería del coche y en las ventanas del mismo. Al parecer realizaron al menos dos disparos con un arma corta. El propietario desconoce quienes pudieron ser los autores.

La Guardia Civil investiga los hechos sin que hasta el momento se conozcan más detalles y sin que se haya producido ninguna detención por estos hechos. Al igual que en el caso del tiroteo de Pías, el propietario del taller carecía de deudas pendientes, por lo que resulta difícil explicar el móvil de ambos tiroteos.