70 años del hotel con más historia

El Hostal Reis Católicos está considerado el hotel más antiguo de España. En su fachada, encontramos dos esculturas de Adán y Eva que están consideradas los primeros desnudos del Renacimiento gallego. Es una anécdota de un edificio que nació como Hospital Real promovido por los Reyes Católicos para dar gracias al Apóstol por la conquista de Granada en 1492 y que ahora mismo es uno de los buques insignia de la Red de Paradores Nacionales. En este 2024, cumplirá 70 años como hotel. Será el Día del Apóstol.

Algunas de sus estancias pueden ser visitadas por personas no hospedadas en el hotel pero otras áreas les están vetadas y únicamente pueden ser vistas por huéspedes. Estos pueden tomar un folleto explicativo con mapa que los lleva por una ruta con placas explicativas de la historia y arte del edificio.

En la época en la que abrió, 1509 (después de ocho años de obras diseñadas por el arquitecto Enrique Egas), realizar el Camino de Santiago podía resultar peligroso. Los peregrinos podían ser asaltados, atacados por fieras o liarse en una reyerta con otro romero, por lo que al llegar a Compostela eran sanados en el Hospital Real que contaba con un enorme jardín donde cultivaban hierbas medicinales. Parte de ese espacio hoy lo ocupa la Facultad de Medicina.

Aunque inaugurado en 1509, (es renacentista) la fachada es posterior (1519-1527), aunque tuvo modificaciones en el siglo XVIII. En ella, se exalta a los reyes Isabel y Fernando –de hecho, sus caras aparecen esculpidas, pero también las de su hija Juana; su esposo, Felipe, y su nieto, quien sería Carlos V– al tiempo que se encuentran las esculturas de los apóstoles y María Magdalena (que porta un tarro con los ungüentos) o Santa Lucía, entre otros.

En su interior, dispone de varios patios con jardín y fuentes. “Los edificios asistenciales solían colocar una fuente para depurar el cuerpo y por criterios higienistas”, explica Patricia Cupeiro, profesora de la Facultade de Humanidades de la Universidade de Santiago (USC).

El agua siempre fue un problema para el Hospital Real por la escasez y mala calidad que tenía siglos atrás. Por ello, a finales del siglo XVI se construyó una red propia de canales desde las fuentes de Meixonfrío, a tres kilómetros de distancia, y que hoy continúan.

Pero si hay algo por lo que llama la atención esta joya arquitectónica gallega es por sus divertidas gárgolas. Cupeiro recuerda que el edificio presenta un conjunto de ellas –con formas de animales, demonios o humanos– en granito, “muchas de ellas se pueden ver desde el exterior. A día de hoy las vemos como un elemento decorativo”, pero en aquel momento se esculpían para desaguar la lluvia del tejado.

En un patio interior, el de San Marcos, encontramos la cara de un monje que se lleva la mano a la garganta como si se estuviera atragantando o gritando. En la fachada, podemos ver a un hombre –conocido con eufemismo como el contorsionista– que parece que está defecando mientras busca tocar con la barbilla su miembro viril.

Por otra parte, resalta Cupeiro que la capilla interior presenta “uno de los mejores grupos escultóricos realizados en el siglo XVI".

En cuanto a la renovación que llevó el edificio de hospital a hotel, Cupeiro recuerda que “la idea era que para el Año Santo de 1954 se inaugurara un complejo hotelero sin parangón. En esa obra trabajaron 2.700 personas –de ellas, un millar eran canteros– que culminaron las tareas en nueve meses. Las obras se hicieron en muy poco tiempo. Ese proceso de remodelación fue bastante respetuoso con el edificio, para los criterios de la época, pero según los actuales se podrían haber hecho algunas cosas mejor. Algunas prácticas desvirtúan las circulaciones que antes había en el hospital”.

Señala la historiadora gallega que “actualmente el Hostal Reis Católicos cumple 70 años de actividad hotelera inmerso en un exhaustivo estudio que compone el primer Plan Director para la restauración de un inmueble de la Red de Paradores y que sentará las bases de futuras intervenciones en el edificio”.

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