El amor por Galicia de Julio Iglesias en "La vida sigue igual", el documental sobre su figura

La emisión de Telecinco se detuvo en su vena más gallega para repasar la historia de la canción dedicada a su padre, sus veranos de la infancia en Cangas, o las visitas 'clandestinas' en su jet a Peinador para regalarse una mariscada

Entre las voces que intervienen en el documental están las de Abel Caballero, Carlos Núñez y las de hosteleros y amistades gallegas del artista que aportan anécdotas al relato de su vida

Marta Clavero

Marta Clavero

En este 2023, Julio Iglesias cumplió 80 años, una onomástica que el cantante español más internacional celebró en septiembre. No obstante, Telecinco no ha querido dejar pasar ese aniversario, y poco antes de finalizar el año, concretamente este pasado lunes, estrenaba un especial en homenaje al artista. Julio Iglesias ha sido el protagonista en la franja 'prime time' de esta cadena, con el documental sobre su vida, en el que se desvelaron historias y anécdotas de todas las facetas del artista.

Titulado "Julio Iglesias. La vida sigue igual", la cinta repasa su trayectoria musical y su vida personal a través de las confesiones de parte de su círculo más cercano. El programa, presentado por Joaquín Prat, combinó la emisión por bloques de esta producción, con una tertulia que tenía lugar en plató, a la que asistieron Norma Duval, Marina Castaño, Rosa Villacastín, Nacho Medina, Antonio Rossi y Juan Luis Galiacho, que aportaron datos y anécdotas vividas en primera persona, cerca del cantante.

La historia de Julio en este especial arrancó con su prometedora carrera como futbolista del Real Madrid que un accidente de tráfico truncó. Ya no pudo cumplir su sueño de ser el portero del primer equipo de los blancos, pero alcanzó otras metas, por entonces inimaginables, incluso para el joven canterano que perdió su movilidad: una silla de ruedas parecía su destino más lógico.

Una armónica y una guitarra cayeron en sus manos durante su proceso de recuperación que se prolongó durante un año y medio, y en el que Iglesias se propuso volver a andar.

Su perseverancia y disciplina, así como el incondicional apoyo de su padre, el doctor Iglesias Puga, hiceron el milagro, que vino acompañado de composiciones musicales y un aprendizaje artístico que puso en práctica en el Festival de Benidorm. En 1968, el cantante se presentó a la décima edición del certamen con 'La vida sigue igual' y se alzó con el triunfo. Ahí comenzó una insuperable carrera profesional con más de 300 millones de discos vendidos en todo el mundo y más de 100 álbumes grabados, con canciones en 14 idiomas, convirtiéndose en el cantante latino que más ventas ha logrado en la historia, hecho por el que logró el trofeo Guinness de los Récords.

Sus leyenda como conquistador con esas miles de relaciones sentimentales que se le atribuyen, su primer matrimonio con Isabel Preysler, con la que tuvo tres hijos; su segunda etapa amorosa con Miranda Rynsburger, su actual pareja con la que comparte cinco hijos; el secuestro de su padre; su triunfo musical en Estados Unidos; la relación con su hijo Enrique Iglesias tras su despegue musical; extractos de entrevistas sobre su vida más personal; testimonios de su círculo más cercano, y de reconocidos rostros populares de la música, la política, el deporte, la televisión, y en general, de la sociedad española con la que ha tenido un trato directo completan una suerte de relato audiovisual, en el que Galicia ocupa un lugar destacado.

Y esa parte gallega que relata este especial, tanto algunos episodios que aportan los tertulianos, como parte del material fotográfico que se muestra en el documental han bebido de la páginas de Faro de Vigo, que a comienzos de este año se adelantaba a la producción de Telecinco, con un homenaje en papel y con acento gallego, en forma de reportaje, firmado por el periodista del decano, Salvador Rodríguez.

En "El álbum gallego de Julio Iglesias", este periodista de la casa rescató infinidad de episodios y fotografías de archivo para poner negro sobre blanco la fuerte vinculación del cantante de "Hey!", con la tierra de su padre. Pero el firmante del artículo volvió a dedicar un escrito a la figura del artista en el especial por el 170 aniversario de Faro de Vigo que se publicó hace unas semanas. Su título: "La culpa fue de Julio".

"Cuando me inquieren acerca de cómo y/o por qué me hicieron mi primer contrato profesional en FARO DE VIGO, suelo responder: “La culpa fue de Julio Iglesias”, relata Salvador Rodríguez en ese artículo del 3 de noviembre de este año. La historia ocurre en el verano de 1988. Salvador apenas llevaba un par de semanas de prácticas en el decano y recibió la orden de "movilizarse de manera inminente" junto al fotógrafo Jesús De Arcos para corroborar un soplo que habían recibido en la redacción: "Teníamos que ponernos en marcha (¡ya!) para acudir al aeropuerto de Peinador (...) resulta que la avioneta de Julio Iglesias había anunciado su aterrizaje y, en Casa Simón aguardaban a los pasajeros de “El Pájaro Loco” con un menú de estos que abre el apetito hasta por las orejas", relataba el artículo.

Este episodio se repetiría a lo largo de los años, y a esa sana costumbre de la estrella musical hicieron alusión en el especial de Telecinco, rescatando algunas instantáneas que guarda el diario decano en su archivo de fotos históricas y aludiendo a esas visitas inesperadas que el propio Salvador ha relatado en sus crónicas sobre Julio Iglesias.

Una de las incontables visitas de Julio Iglesias a Galicia, a través del aeropuerto de Peinador (Vigo), donde aterrizaba con su avión privado. Estas fotos corresponden al verano de 1992.

Una de las incontables visitas de Julio Iglesias a Galicia, a través del aeropuerto de Peinador (Vigo), donde aterrizaba con su avión privado. Estas fotos corresponden al verano de 1992. / Magar

"Un canto a Galicia"

Otro de los aspectos en los que el documental hace hincapié se refiere a la canción que Julio Iglesias compuso y le dedicó a la tierra de su padre. Fue en 1971, concretamente el 12 de agosto, cuando el artista actuó en el Palacio de los Deportes de A Coruña e interpretó en público, por primera vez, un tema en su lengua paterna titulado "Un canto a Galicia".

Hasta ese momento, nadie conocía la conexión entre Julio y Galicia. Entonces, el ya desaparecido periodista musical herculino Nonito Pereira pudo entrevistar al cantante: “Mi padre es gallego, tengo familia orensana, me encanta el mar, me encantan las gentes de esta tierra, me gusta Galicia y por eso les canto, como un homenaje pequeño, pero sentido”, le confesó.

“Un canto a Galicia" se convirtió en su gran primer éxito internacional: fue número uno, además de en España, en varios países de Europa, en Hispanoamérica, y hasta en el norte de África y Oriente Medio.

Seis años después de aquel estreno, Julio daba un concierto en Chile, y allí se vivió uno de los momentos más icónicos y emotivos de su carrera musical. "Julio nunca lloró encima de un escenario, sólo aquella vez", recordaba uno de los tertulianos del especial de Telecinco. La historia sitúa a Julio Iglesias ante cien mil personas en el estadio nacional de la capital chilena, el 11 de febrero de 1977, cuando está interpretando el tema gallego de su repertorio. Es entonces cuando su equipo "rescata" a su padre de entre el público, y lo lleva hacia su hijo. El doctor Iglesias Puga se sube al escenario y se funde en un abrazo con el cantante, quien interrumpe unos versos de su canción, para, emocionado, responder al gesto de su progenitor. Cuando retoma la canción, Julio se viene abajo y comienza a llorar.

Su infancia en Cangas

Lo refleja "El album de Julio Iglesias", de las páginas de Faro, artículo en el que cuenta como la famlia Iglesias de la Cueva (apellidos de Julio padre y de Charo, su madre) volvía a Galicia para sus vacaciones: a visitar a sus parientes de Ourense y a disfrutar de las playas de Cangas.

Julio Iglesias, a la izquierda,  con su padre y su hermano Carlos Luis en Rodeira  (década de los 50).  | // FDV

Julio Iglesias, a la izquierda, con su padre y su hermano Carlos Luis en Rodeira (década de los 50) / FDV

Sobre sus veranos en la villa de O Morrazo, el especial de Telecinco aportó testimonios de amigos de la infancia que mostraron el apartamento en el que pasaban los Iglesias esos meses estivales, y de hosteleros, como los del bar O Pote, tasca de referencia del pequeño Julio y su familia, en la que probó por primera vez las nécoras, o los de Casa Simón, restaurante que siempre ha sido uno de los de obligada visita por parte del artista y sus acompañantes, ya cuando había alcanzado fama internacional.

La “famosa” comida en Casa Simón (15 de julio de 1988).

Comida de Julio Iglesias con sus amigos en el restaurante Casa Simón (15 de julio de 1988). / Jesús de Arcos

Caballero y Carlos Núñez

Entre los personajes destacados que intervienen en este especial de su dilatada trayectoria personal y profesional que emitió anoche el canal de Mediaset, se colaron los testimonios del alcalde de Vigo, Abel Caballero, y del gaiteiro vigués Carlos Núñez. El primero, puso en valor su faceta de embajador de la canción interpretada en español que exportó al mundo como máximo exponente, y también su amor por la tierra de su progenitor en el que pasó sus veranos en familia: "Llevó a Galicia a tantos sitios, y siempre viene a Galicia y habla bien de Galicia", comentaba Caballero. Por su parte, el músico aseguró que "tenía esa sabiduría galaica de su padre que él heredó", y sobre las tablas de Iglesias encima del escenario resaltó que "siempre está pendiente de cada detalle. Todo lo que ocurre a su alrededor lo tiene bajo control".

Momento de una de las intervenciones del músico vigués Carlos Nuñez en el documental sobre Julio Iglesias.

Momento de una de las intervenciones del músico vigués Carlos Nuñez en el documental sobre Julio Iglesias. / Telecinco

Además del regidor y del músico vigués, entre las más de 50 personalidades reconocidas que aportaron su testimonio en este documental estuvieron Victor Manuel, Loquillo, Pau Gasol, Fernando Alonso, Xavi Hernández, José María Aznar, José Bono, Luis del Olmo, Nieves Herrero o Jaime Peñafiel.