Julio Iglesias es socio de honor del Alondras Club de Fútbol. Recibió tal distinción en el año 2003, cuando se cumplía el 75 aniversario del club, en ese momento presidido por Luis Guimeráns, que dejó el cargo hace ya unos cuantos meses. Allá que mandó el club el nombramiento de socio de honor a Julio Iglesias que tenía residencia en Miami. El cantante no dudó en contestar y en agradecer tal distinción por medio de una carta: “Querido Luis, mil gracias por llenar de tan buenos recuerdos mi vida, al recibir este carné de socio de mi querido Alondras. Mil recuerdos para todo el equipo”. La carta está expuesta en la sede del club rojiblanco. Ayer, el Alondras recordaba los veranos del cantante en Cangas, sus visitas al campo de fútbol y felicitaba al artista por su onomástica a través de las redes: “O Alondras CF quiere felicitar afectuosamente polos seus 80 anos a D. Julio Iglesias, Socio de Honra do noso club”. O artista más internacional de España pasou os veráns da súa infancia no noso pobo, en Cangas, comprendendo a idiosincrasia das nosas xentes que lembrándonos con moito agarimo pese a devir do tempo. Se Cangas foi o seu refuxo, o Alondras foi o seu equipo naqueles veráns cangueses. Numerosas visitas ao Campo Massó para animar ao noso equipo foron o preámbulo para crear una relación de agarimo mutuo que ainda perdura a día de hoxe, previo nomeamento en 2003 como Socio de Honra do noso club. Feliz aniversario, Julio. En Cangas e no Morrazo sempre serás benvido. Un canto a Galicia, un canto a Cangas”.
La infancia de Julio Iglesias son recuerdos de un campo de fútbol en Cangas y de una playa de Rodeira, donde practicaba el deporte rey. Ya crecía en él esa inquietud que después le llevaría a ser portero del Real Madrid. Julio Iglesias venía a Cangas con sus hermanos y sus padres. Paraba en la fonda O Pote, en la avenida Castelao, donde está hoy el Cangaceiro y el Punto de Sal. Lo recordaba ayer el presidente del Alondras, Rafa Outeiral, aunque a él esas historias de la infancia de Julio Iglesias le quedan muy lejos. Julio Iglesias iba a ver los partidos en el campo de Massó y jugaba en la playa de Rodeira. Allí seguro que hizo sus primeras estiradas; tal vez allí soñó que se convertiría en un gran guardameta. Pero la vida le llevó por otro lado, y no le fue nada mal. ¡Qué 80 años no son nada!