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Cómo el apóstol puso a Galicia (literalmente) en el mapa

Mapamundis medievales de los siglos XII al XIV muestran Santiago como lugar de peregrinación a la altura de Jerusalén y Roma

Mapamundi de Ebstorf. RAG

El culto al apóstol puso a Galicia en los primeros mapamundis internacionales, según se ha puesto de manifiesto en el Congreso Internacional de Toponimia do Camiño, organizado en Santiago por la Real Academia Galega (RAG). La presencia como iconos de Compostela, además del Miño o la Torre de Hércules, en estos primitivos mapas, pone de manifiesto que la ciudad gallega rivalizaba como lugar de peregrinación con Roma y Jerusalén.

La huella de Santiago y el Camino en los mapamundis medievales es incluso anterior a la aparición del culto jacobeo en la península, según señaló en el Congreso Internacional de Toponimia do Camiño el ingeniero Marcos Pavo López, jefe de área del Registro Central de Cartografía del Instituto Geográfico Nacional. “En los mapas llamados beatos, por el nombre de su autor original, Beato de Liébana (siglo VIII), ya se manifiesta textual y gráficamente la tradición de la predicación de Santiago en Hispania. Tras la inventio o descubrimiento (ca. 814-830), otros mapas medievales incorporaron referencias geográficas mucho más precisas, situando los restos de Santiago el Mayor concretamente en Compostela”, explica Pavo. Es el caso del Beato de Burgo de Osma (1086), que muestra también el Camino de Santiago.

Mapamundi de Ebstorf, que incluye topónimos como “Galacia” y “Brigantia” en la zona enmarcada.

Mapamundi de Ebstorf, que incluye topónimos como “Galacia” y “Brigantia” en la zona enmarcada. RAG

Esta presencia iconográfica se trasladó a los primitivos mapamundis que se elaboraron en otros territorios de Europa, donde aparece el nombre del apóstol junto al de Galicia o el del río Miño. Es el caso del de Sawley (s. XII-XIII), el mapamundi más antiguo que se conserva en Inglaterra; el de Ebstorf (Baja Sajonia, actual Alemania, s. XIII); el de Hereford (Inglaterra, ca. 1290) o el de la abadía de Ramsey (Inglaterra, ca. 1350). “Esto demuestra la importancia del Camino de Santiago y Compostela como lugar de peregrinación a la par de Jerusalén y Roma –destaca Marcos Pavo en declaraciones recogidas por la RAG–. La trascendencia del culto jacobeo es tal que incluso traspasa la barrera cultural del cristianismo, y es recogido en el tratado geográfico y en el mapa del cartógrafo musulmán de origen ceutí Al Idrisi (1154)”.

Detalle del mapamundi de Ebstorf, que incluye topónimos como “Galacia” y “Brigantia”. RAG

La exactitud geográfica de estos mapas es casi nula. Se trata de representaciones simbólicas que tratan de explicar el mundo conocido entonces desde una concepción cristiana. La “Geografía”, obra cumbre elaborada por Ptolomeo en el siglo II, había caído en el olvido.

En el de Sawley, uno de los mapas ingleses más antiguos que se conservan, la Catedral de Santiago rivaliza con iconos de tamaño similar de Roma, Constantinopla, Jerusalén, Alejandría o la Torre de Babel.

El de Ebstorf, descubierto en la localidad alemana del mismo nombre, es el mapamundi medieval más grande que ha llegado hasta nuestros días, con 3,57 metros de diámetro y 13 metros cuadrados de superficie. Aunque las posiciones relativas de los elementos geográficos del territorio peninsular son erróneas, la toponimia gallega es abundante y la representación específica de la catedral transmite, una vez más, la importancia del culto al apóstol Santiago en la época.

Mapa de Hereford, con los topónimos “compostrinia” y “templum sancti iacobi”. RAG

En el de Hereford, el mapamundi medieval más conocido, hay casi 1.100 topónimos e inscripciones, entre las que se encuentran compostrinia (Compostela), junto a un edificio religioso con la leyenda templum sancti iacobi, la Torre de Hércules y el fluvius mineus (río Miño). Todos estos detalles completan “una descripción inusualmente detallada de Galicia en un mapamundi medieval”, valora Marcos Pavo.

Más de 40.000 microtopónimos gallegos

El Congreso Internacional de Toponimia en el Camino fue clausurado ayer después de tres días repletos de aportaciones de diferentes disciplinas en torno a la toponimia de las rutas jacobeas en Galicia, la Península Ibérica y Europa. La representación de Santiago de Compostela y su templo en los mapamundis medievales fue uno de los temas tratados ayer en el encuentro organizado por la Real Academia Gallega con la colaboración de la Asociación Onomástica de Galicia (AGON) y la Universidad de Santiago de Compostela, que acogió el encuentro en la Facultad de Filología.

El secretario general de Política Lingüística de la Xunta de Galicia fue otro de los ponentes de la jornada de ayer. Valentín García abordó el componente lingüístico, cultural y turístico del Camino de Santiago. Entre otros temas, hizo balance de Galicia Nomeada, el proyecto colaborativo creado por la Real Academia Galega y la Xunta para promover la participación ciudadana en la recopilación de microtoponimia gallega. Desde su lanzamiento en diciembre de 2019, las 2.835 personas registradas en la aplicación han aportado más de 48.500 nombres de fincas, fuentes, caminos o acantilados, de los que más de 40.600 ya han sido revisados y validados por la RAG, como resumió Valentín García.

El titular de la Secretaría Xeral de Política Lingüística también apunta al potencial turístico de la toponimia, que tiene "muchos ejemplos vinculados a mitos del culto jacobeo, y que esconden leyendas paganas y cristianas". El 60% del territorio gallego por el que discurren las rutas jacobeas tiene microtoponimia recogida y a disposición de los peregrinos.

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