A falta de unos días para su fin, enero ya se ha convertido en el mes con más fallecidos por COVID en Galicia desde que la vacunación protege a una gran mayoría de gallegos. Como indicaban todos los expertos, las disparadísimas cifras de contagios acumuladas desde diciembre acabarían derivando en un aumento de las muertes, pese a la protección de las inyecciones y a la menor letalidad atribuida a la variante ómicron. Después de que en las últimas horas la Consellería de Sanidade notificase 12 decesos, correspondientes a varias jornadas, el total en lo que va de año asciende a 118, que superan claramente a los 108 de agosto, cuando golpeó la quinta ola. Hay que retrotraerse a inicios de 2021, cuando las vacunas se empezaban a inocular, para encontrar cifras (mucho) peores, por encima de las 400 víctimas en enero y en febrero.

Diez de los decesos comunicados en el último parte de Sanidade corresponden al perfil más común: personas de entre 82 y 99 años. Hasta tres de ellos vivían en residencias, donde el coronavirus ha vuelto hacer daño, si bien de manera mucho más atenuada. Las otras dos víctimas, ambas mujeres, pertenecen a rangos de edad menos afectados: una de 44 años que estaba en el hospital de Ferrol y otra de 54 en el de A Coruña. Mientras, 315.869 personas diagnosticadas de coronavirus se han curado en la comunidad desde el comienzo de esta crisis sanitaria.

Estos datos de mortalidad llegan cuando el pico de la explosiva sexta ola ya se ha rebasado en Galicia, aunque sus consecuencias se seguirán viendo durante semanas. Según los datos cerrados a las 18:00 del lunes, los casos activos vuelven a caer con fuerza, después del desplome de la jornada previa. Son unos 4.000 menos que en el anterior informe de Sanidade, hasta quedar en 67.350, gracias a las 8.857 personas curadas. Los contagios detectados en las 24 horas anteriores repuntan en unos 500, pero siguen por debajo de los 5.000.

Desde los hospitales, en cambio, las noticias no son positivas. Hay nueve ingresados más, hasta los 638, con una subida de tres en las unidades de cuidados intensivas (50) y de seis en planta (588). Suponen 36 ingresados más que hace una semana, cuando había 602. La Xunta insiste desde hace semanas en que las personas que no se han vacunado, que representan un 6 por ciento de la población, están provocando la mitad de las manifestaciones más graves del COVID, en forma de ingresos en uci y fallecimientos.

Por áreas sanitarias, los casos activos descienden en todas de nuevo, con la de Vigo a la cabeza (-1.298), seguida de la de A Coruña y Cee (-699), Pontevedra y O Salnés (-588), Santiago y Barbanza (-523), Lugo (-395), Ourense (-305), y Ferrol (-218). Con más casos activos sigue el área sanitaria de Vigo, con 17.578; seguida de la de A Coruña y Cee, con 14.415; Santiago y Barbanza, con 10.288; Pontevedra y O Salnés, con 7.920; Ourense, con 7.045; Lugo, con 6.871; y a la cola se mantiene la de Ferrol, con 3.233.

Según los últimos datos actualizados por el Ministerio de Sanidad este pasado lunes 24 de enero, la incidencia acumulada a 14 días desciende en Galicia a 3.102,3 —el viernes estaba en 3.259,07— casos por 100.000 habitantes, frente a los 3.381,16 de media en España —donde también baja—. No obstante, la incidencia se ha disparado tras la vuelta al colegio en los niños gallegos.

Desde el inicio de esta pandemia ascienden en Galicia a 386.063 los contagiados por coronavirus, de los que 90.554 corresponden al área de Vigo; 81.586, a la de A Coruña y Cee; 58.481, a la de Santiago y Barbanza; 47.305, a la de Ourense; 45.791, a la de Pontevedra y O Salnés; 39.808, a la de Lugo; y 22.538, a la de Ferrol.

En toda Galicia en las últimas 24 horas se han efectuado 4.683 PCR --unas 300 menos que el día anterior--, que sitúan en 3.515.011 las hechas desde el inicio de la pandemia; y 7.624 test de antígenos --unos 2.800 más--, que suman 1.364.220. Entre ambos tipos implican 12.307 pruebas diagnósticas --unas 2.500 más--.