La adherencia a la vacunación de refuerzo contra el COVID cae entre los treintañeros. Según los datos de la Consellería de Sanidade, en el tramo de edad entre 30 y 39 años han recibido la tercera dosis 169.680 personas, por lo que el porcentaje de vacunados con respecto al total de susceptibles de ser inoculados con esa dosis de recuerdo es del 64,12%. Se trata de un porcentaje considerable si lo comparamos con los registros de otras comunidades, pero que palidece ante el porcentaje de los grupos etarios de 40 años en adelante, que en Galicia promedian un 92,22 por ciento, según los datos del último boletín del Ministerio de Sanidad.

Ayer terminó el proceso regular de vacunación para el grupo de 30-39 años en Galicia y se inició para los de 18-29 años, el último tramo de edad que queda por inocular con dosis de refuerzo aprobada. Los treintañeros quedan claramente rezagados respecto a los mayores, que registran tasas de cobertura del 87,54% (40-49 años), 92,29% (50-59), 94,64% (60-69) y 94,42% (de 70 años en adelante). Es decir, entre la tasa de los treintañeros y la media de los grupos que los superan en edad (92,22%) hay una diferencia de 28,1 puntos porcentuales.

Una de las causas que podría explicar este desfase es la enorme escalada de casos de la sexta ola, especialmente tras la irrupción de ómicron en torno al 20 de diciembre. El alto número de infecciones ha podido retrasar la vacunación de los treintañeros o incluso disuadirlos de hacerlo, ya que varios inmunólogos han advertido en televisión y otros medios de comunicación que con dos dosis y una infección por ómicron se adquiere una inmunidad “híbrida” postinfección que protege más que la tercera dosis.

Los estudios científicos respaldan la utilidad de la vacunación con terceras dosis, sobre todo para la población inmunodeprimida y mayor de 60 años, aunque destacados inmunólogos han cuestionado la estrategia de administrarlas a toda la población, incluidas las personas jóvenes y sin problemas inmunológicos. Es el caso de África González (Universidad de Vigo), Alfredo Corell (Universidad de Valladolid), Carmen Cámara (Hospital La Paz de Madrid), María Montoya (CSIC) y José Gómez Rial, inmunólogo del Hospital Clínico de Santiago de Compostela.

Gómez Rial defendió ayer desde su cuenta de Twitter “pasar cuanto antes a una estrategia de vacunación individualizada”. El inmunólogo gallego reiteró que “no hay beneficio colectivo [en las terceras dosis para menores de 40 años] en el momento en que los anticuerpos generados tras la vacunación no cortan la transmisión de ómicron. Con delta si había un beneficio colectivo; con ómicron, no”, defendió. África González y otros colegas inmunólogos han apuntado también la posibilidad de que el sistema inmunitario quede exhausto y deje de responder adecuadamente si se reiteran las inyecciones de refuerzo.

No todos los científicos comparten esta visión. Para las terceras dosis de personas jóvenes y para la vacunación infantil apuntan otros beneficios, como la reducción de la posibilidad de desarrollar COVID persistente.

88% de la población gallega

El proceso de vacunación continúa en Galicia con la administración de otras 21.200 dosis, de las cuales 480 fueron para completar pautas, lo que eleva al 88,3% la población de la Comunidad gallega con el proceso finalizado.

Según los registros actualizados por la Consellería de Sanidade ayer en el Cronómetro de Vacinación, con datos de hasta las 18,00 horas del domingo, las dosis administradas hasta el momento ascienden a 6.291.596, tras haber sido puestas 21.250 en la jornada dominical.

De esas 21.250, un total de 487 fueron para completar pautas, por lo que ascienden a 2.384.277 las personas de Galicia con pauta completa, que constituyen un 88,3 por ciento del conjunto de sus ciudadanos.

El refuerzo protege al 90% contra ingresos por ómicron

Un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU (CDC, por sus siglas en inglés) ha concluido que las vacunas de refuerzo contra la COVID-19 de ARNm (ya sea de Pfizer o de Moderna) son un 90 por ciento eficaces para proteger contra las hospitalizaciones relacionadas con la variante ómicron del COVID-19. El valor de la tercera dosis de una vacuna de ARNm es significativo, ya que dos dosis solo fueron un 38 por ciento efectivas en la protección contra las visitas a urgencias relacionadas con ómicron, en comparación con un 82 por ciento con las tres dosis, y solo un 57 por ciento efectivas en la protección contra las hospitalizaciones por ómicron. Estas dosis de refuerzo fueron aún más eficaces contra la variante delta, protegiendo contra el 94 por ciento de las visitas a urgencias y hospitalizaciones. “Nuestros hallazgos proporcionan una evidencia importante de que las vacunas de refuerzo son altamente efectivas y que aquellos que no están vacunados tienen un riesgo significativamente mayor de experimentar resultados más graves de COVID-19 y deberían vacunarse y obtener la dosis de refuerzo tan pronto como sea posible”, explica uno de los autores de la investigación, Shaun Grannis, profesor en la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana (Estados Unidos). Este estudio pertenece a la Red Vision, que se ha llevado a cabo en 10 estados entre agosto de 2021 y enero de 2022. Los CDC colaboraron con seis sistemas sanitarios estadounidenses, además del Instituto Regenstrief, para crear esta red.