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Colegios lanzan campañas de fruta en el recreo ante las tasas de obesidad infantil

Una mujer comprando en una frutería. Alba Villar

En los años sesenta y setenta éramos uno de los países del mundo con menor incidencia de obesidad y sobrepeso infantil. En las últimas décadas la situación ha empeorado. “Ahora tenemos malos datos, de los peores de Occidente. Y, por comunidades, Galicia, Extremadura y Andalucía tienen los mayores índices de obesidad infantil”, cuenta Federico Mallo, experto en Endocrinología y profesor de la Universidade de Vigo (UVigo). Lejos de alarmar, “porque no se trata de eso”, Mallo indica que “todavía estamos a tiempo de salvar esta situación”. Y eso pasa por establecer dietas y hábitos más saludables, en definitiva, comer más sano y mejor. Son muchos los centros educativos que lanzan campañas entre las familias y el alumnado para intentar que coman bien. ¿Cómo? Con fruta en el descanso del recreo, por ejemplo.

“Estamos desarrollando nuestro proyecto de Alimentación Saludable y Sostenible y os queremos pedir vuestra colaboración para que los martes y los jueves mandéis fruta para la merienda del recreo”, indica en una nota el Colegio Mariano, en este caso. Desde el Colegio Possumus expresan que hace tiempo que fijaron esta recomendación. “Tenemos dos días de fruta a la semana y en general la aceptación es buena. Esos días traen fruta y algunos también traen fruta otros días, a mayores. Es voluntario, claro”, comenta Rocío Paramá, del Colegio Possumus. Isabel Blanco, maestra de Primaria hasta ahora en el CEIP (Centro de Educación Infantil y Primaria) Ben Cho Shey, de Pereiro de Aguiar (Ourense), cuenta que en el centro, tras las recomendaciones para establecer unos hábitos de meriendas saludables por las mañanas, se logró fijar la costumbre de cada día una cosa, un día lácteos, otro día fruta... “excepto el viernes, que el viernes era a elección del alumnado”. Este curso Blanco está en el CEIP de Maceda y tienen previsto establecer una pauta similar para contribuir a mejorar hábitos alimentarios en los pequeños.

Una mujer comprando en una frutería. Alba Villar

Según el profesor Mallo, “entre un 35% y un 40% de los niños tiene obesidad o sobrepeso”. “Es bueno que se ponga énfasis en esto. Es un tema del que se habla mucho últimamente en los foros de educación, por ejemplo. Está en nuestras manos hacer cositas para mejorar. Y el colegio es un espacio ideal. En él los niños y niñas socializan, están con los amigos. En este sentido, comer fruta con los compañeros puede ser un momento divertido, compartido, que facilite la adquisición de un hábito de vida. Hay unas edades que son clave para el establecimiento de este tipo de hábitos: entre los tres y los ocho años, fundamentalmente. Si a estas edades conseguimos que lo hagan, después es mucho más fácil que lo pidan ellos y ellas ya directamente”, cuenta Mallo. En el Colegio Mariano, por ejemplo, realizaron una especie de investigación previa para medir el consumo de alimentos saludables en los descansos del alumnado. Tras analizar las meriendas que el alumnado lleva detectaron que “solo en el 30% de las aulas del colegio el alumnado consume fruta, mientras que prevalece el consumo de aperitivos, snacks, bollería industrial y zumos envasados”. Como apuntan en la nota enviada, este tipo de alimentación “contiene gran cantidad de azúcar y grasas que influyen negativamente en el desarrollo adecuado y en la adquisición de hábitos alimenticios saludables de la infancia”. Además, vinculan la necesidad de fijar hábitos saludables al uso de envases reutilizables tipo fiambreras para evitar los plásticos. También en este caso son muchos los colegios que ya aplican la recomendación de “residuos cero” para contribuir al cuidado del medio ambiente.

Mallo insiste en la necesidad de fijar buenos hábitos desde la infancia. “Un niño de 3 a 5 años que sea obeso tiene una probabilidad en torno al 70% de ser obeso cuando sea mayor; con 12 años, dicha probabilidad se eleva al 80-85% y a los 17 años, esa probabilidad alcanza el 95%”, describe el experto.

“Los zumos de brick apenas tienen un 10% de fruta; son ultraprocesados”

Federico Mallo - Catedrático de Fisiología-Endocrinología de la Universidade de Vigo

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Mallo en el foro de Faro Alba Villar

Galicia, con Andalucía y Extremadura, tiene altas tasas de sobrepeso y obesidad infantil. “Parece que en el último lustro las cifras se están estancando y no siguen creciendo. Pero hay que corregir la tendencia. Partíamos de una situación muy favorable, hace 20 o 30 años. En aquel momento estábamos entre los lugares con menor incidencia al hablar de obesidad infantil. Ahora no es así”, cuenta Mallo, experto de la Universidade de Vigo (UVigo).

–¿Cuántas piezas de fruta al día hay que tomar?

–Todos los días cada niño/a debería tomar al menos tres piezas de fruta enteras. Hay una regla general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de hace ya tiempo, que es la regla del 3+2: dice que tanto niños como adultos necesitamos tres piezas de fruta y dos raciones diarias de verdura. Y no son intercambiables. No vale tomar un día cinco piezas de fruta y cero verdura; o una ensalada grande y pasar de la fruta.

–¿Y cómo conseguir que les guste la fruta?  

–Tienen que ver a sus familiares, padres, hermanos... comer fruta todos los días. Y apreciarla. Que los padres y abuelos se la ofrezcan continuamente como elemento que forma parte de la alimentación cotidiana. Eso es bueno.

–¿Cómo distribuirlo durante el día?   

–La merienda de media mañana y de media tarde son dos momentos perfectos para incluir la fruta. Es fácil de llevar, de comer, hidratante, agradable... La tercera pieza podría ser en el desayuno o de postre, en la comida o en la cena.

–Usted insiste en productos “de temporada” y “de proximidad”.   

–Sí, aprovechar para tomar fruta de temporada y de proximidad. No traer una fruta de Nueva Zelanda; es lo más antiecológico que se puede hacer. Viene en barco o en avión. En Galicia tenemos cantidad de fruta y de variación: uvas, cítricos, manzanas, peras de buena calidad, frutos rojos... Que el producto sea fresco, natural y de aquí.

“Hay que evitar zumos, snacks y bollería industrial”

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–¿Qué no se debe llevar para los recreos o las meriendas?   

–Habría que evitar aquellos alimentos altos en carbohidratos de asimilación rápida, tipo bollería, snacks, chocolatinas, pastelería industrial... Son alimentos procesados, altos en carbohidratos y ocupan un espacio que debería dedicarse a otro alimento, como fruta.

–¿Algún ejemplo de lo que hay que evitar?   

–La ‘Nocilla’, por ejemplo, no me refiero a la marca sino a este tipo de cremas de untar. Si combinamos un bocadillo de queso, de jamón, con fruta y yogur: perfecto.

–Expertos indican que algunos zumos envasados no son saludables...

–Porque son alimentos procesados. Se obtienen a partir de la fruta pero son ultraprocesados. Normalmente tienen un porcentaje muy bajo de fruta original, de hecho es muy conveniente leer las etiquetas porque nos puede sorprender el porcentaje de fruta: no suele pasar del 10% (entre un 5% y un 10%). Además, suelen tener azúcares añadidos, glucosa, conservantes, antioxidantes artificiales, edulcorantes... que desvirtúan completamente lo que es un alimento recomendable. El porcentaje de fruta es tan bajo en zumos que suelen ser un recuerdo lejano de la fruta.

–¿Y si les apetece algo dulce?   

–El propio pan es dulce, por ejemplo (si lo pones en la boca un ratito se nota ese sabor dulce). Se puede tomar un poco de pan con chocolate. No siempre, pero un día sí. De todos modos, los niños no suelen pedir dulce si no se les acostumbra a comer dulce.

–¿Tenemos que preocuparnos por este tema?   

–Debemos mejorar. La situación actual condiciona la salud de las siguientes generaciones. La esperanza de vida de la próxima generación puede que sea inferior a la actual por primera vez en los últimos 50 años. La alimentación es clave.

Claves

  • Entre los 3 y los 8 años

    “Comer fruta con los compañeros de la escuela significa también socializar y compartir. Además, en unas edades clave para fijar hábitos, entre los tres y los ocho años”, expresa el profesor Federico Mallo.

  • Probabilidad

    “Si con 12 años un niño/a es obeso existe una probabilidad del 80% de que lo sea de mayor”, añade el experto en Endocrinología.

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