El 70% del personal esencial en Galicia ya está vacunado

El 70% del personal esencial gallego ya está vacunado. Es la cifra que ha revelado esta mañana el conselleiro de Sanidade tras la reunión del comité clínico celebrada ayer y de la que se pudo extraer un único mensaje: cautela ante la Semana Santa.

El Sergas ha manejado un listado con 96.590 profesionales imprescindibles, de los que cerca de 67.700 han recibido la inyección. Hay colectivos casi inmunizados al completo, como el de los trabajadores de los servicios de ayuda en el hogar (SAF), con el 90%; la enfermería privada, con el 85%; o los farmacéuticos, con el 80%. El parón debido los casos de trombosis tras recibir el compuesto de AstraZeneca ha dejado fuera a grupos importantes, como los cuerpos municipales de policía, cuya campaña se abordará en las próximas jornadas.

El total de gallegos vacunados es 405.527, de los que 130.203 ya cuentan con la pauta completa

García Comesaña pidió "calma" y "tranquilidad" a los trabajadores esenciales: "Vamos a vacunar a todos los colectivos y a cumplir escrupulosamente el plan". Tras semana y media de pausa preventiva, hoy se retoma la campaña con 2.940 dosis de la fórmula anglo-sueca.

Ayer se remotó la convocatoria de aquellos que quedaron pendientes con la suspensión de la campaña el pasado 16 de marzo. Sanidade incluirá además a trabajadores de esenciales entre 55 y 65 años en esta nueva fase, tras conocerse los resultados de un nuevo ensayo clínico que arrojan una mayor eficacia del compuesto en este colectivo.

García Comesaña: "Vamos a vacunar a todos los colectivos y a cumplir escrupulosamente el plan"

Según los datos de Sanidade, el total de gallegos vacunados asciende a 405.527, de los que 130.203 ya cuentan con la pauta completa. Entre el colectivo más vulnerable, los mayores de 80 años, el número de inmunizados se sitúa en 98.816, de los que 36.185 ya han recibido la segunda dosis. 

"No estamos en situación de darle el golpe de gracia al virus"

Con esta frase lapidaria Julio García Comesaña rechazó cualquier nueva relajación de las medidas anti-COVID actuales. La consigna que Sanidade traslada con la vista en los festivos que se avecinan es "cautela y responsabilidad". El titular del departamento autonómico ha señalado que la movilidad interior no preocupa tanto como la exterior, por lo que Galicia seguirá cerrada perimetralmente, con la única excepción del reagrupamiento familiar para aquellas personas que estudien o trabajen fuera. Subrayó, una vez más que "debemos desplazarnos lo menos posible y posponer para otra ocasión los viajes que no sean necesarios. Cuanto menos riesgo, más seguridad", sentenció.

A este respecto puso como ejemplo el notable repunte en una semana en dos villas de marcado carácter turístico como Sanxenxo y Baiona, que suben al nivel alto de restricciones. La joya de la ría de Pontevedra pasó de 8 casos a 24, es decir, de una incidencia acumulada a siete días de 45 a 138 casos por cada 100.000 habitantes. La situación aún es peor en el concello baionés, que ha pasado de no registrar ni un solo caso a 13, con una incidencia de 148. "Si no tomamos medidas anticipadas ahora todo hace pensar que, en una semana, tendrían una incidencia superior a 250", argumentó Comesaña.

Tampoco quiso avanzar ningún posible cambio en el toque de queda e insistió en que la situación actual se mantendrá sin cambios en las próximas fechas.

Sobre la idea lanzada por el Ministerio sobre adelantar el toque de queda a las 20 horas para las actividades no esenciales, con el objetivo de evitar una posible cuarta ola, García Comesaña manifestó que "queda poca capacidad de ajuste".

Así pues, la hostelería gallega afronta la Semana Santa con las mismas restricciones que en el puente de San José: cierre a las nueve de la noche y aforos de hasta el 50 y el 75% dentro y en terrazas en función de la situación epidemiológica de cada concello.

Galicia, en fase mesetaria

 Los casos activos han vuelto a bajar hoy después del leve alza de las últimas horas. El Sergas ha notificado 2.447 (-43) personas con el virus y la presión hospitalaria también desciende, con 237 (-12) ingresados: 198 en planta y 39 en UCI. No se registraba una cifra de críticos igual desde el pasado 12 de octubre, justo antes del estallido de la segunda ola.

Los infectados continúan bajando pero a un ritmo inferior al de las últimas semanas. La incidencia acumulada se sitúa en 73,27 a 14 días y en 83,6 a 7 días. "Estamos en fase mesetaria", subrayó el conselleiro. Que la curva descendente empiece a dibujar un valle pone en guardia al Sergas, que mantendrá los cribados como fórmula de detección rápida de contagios, especialmente en aquellos concellos con mayor incidencia y en los niveles de restricciones más elevados.

Por la noche, el Sergas notificó otros cuatro muertos por coronavirus, todo ellos ocurridos ayer. En el Hospital Álvaro Cunqueiro fallecieron dos hombres, de 75 y 97 años; en el CHUS perdió la vida una mujer de 92 que provenía de la residencia de mayores de Silleda; y en Ferrol murió un hombre de 99 años. El total desde que comenzó la pandemia se eleva a 2.339.

Por su parte, el doctor Pedro Rascado puso el foco sobre el aumento de los contagios en Europa e insistió en mantener la prudencia ante la relajación de las medidas, la fatiga pandémica y una mayor movilidad. "Nos enfrentamos a una cuarta ola. Tenemos la posibilidad de minimizarla o que nos arrastre de nuevo", sentenció.