El boca a oreja y su calidad como cantante han sido la mejor promoción para Zenet, que empezó como actor y ya lleva más de una década en la música. Esta noche (21.00 horas) actúa en el Teatro Afundación de Vigo, un escenario perfecto para su propuesta, cuidada y anclada vagamente en el jazz para navegar por otros estilos. Una música que nos evoca el preciosismo musical y la elegancia de otras épocas. Resulta difícil saber en qué estantería de la tienda encontrar sus discos, como "Si sucede, conviene?" (2016) o el recopilatorio "Soñar contigo" (2013), y eso refleja la amplitud de sus inquietudes.
- ¿Cómo será su concierto de hoy en Vigo, qué formación le acompaña?
-Estamos en trío muy especial, muy de madera pero sin contrabajo, a guitarra, violín y voz. Con José Taboada a la guitarra y Raúl Márquez con el violín. Me gusta decir que es volver al origen de las canciones, porque esa desnudez de los temas permite regresar al carácter original de las canciones, desnudo pero muy interesante. Hay dos narrativas, que es lo que siempre me ha gustado hacer con las canciones, una del cantante, más literaria, y otra musical, en paralelo, compartiendo protagonismo con la voz.
- José Taboada, aunque venezolano, se sentirá como en casa en Galicia...
-La verdad es que sí. Hay una parte de su alma que siempre está en Galicia [imita el acento gallego]. Lo tengo a mi lado en la furgoneta y [los músicos] se están riendo, porque saben perfectamente lo que preguntas.
- ¿Se siente cómodo con el apelativo de "crooner" que le han puesto?
-Bueno, la gente necesita referencias para explicar las cosas. Ven a un tipo con sombrero y con un traje y ya dicen "¡crooner!". Hay una parte que puede coincidir cuando hay una gran banda, pero creo que me salgo de la concepción clásica, porque a veces trabajo como cantautor, y cambio de formación buscando diferentes sonidos, colores, sonoridades... A veces me salgo de esa definición tan estricta.
- En ese aspecto comparte carácter inclasificable con otros artistas transversales, inquietos y difíciles de clasificar, como Juan Perro, Jorge Drexler, Depedro, Raúl Rodríguez... ¿Lo ve así?
-Sí, la verdad es que me identifico con esa gente que citas. Hay una preocupación por la música. No todo está al servicio de la voz. Los arreglos son fundamentales, hay una verdad paralela que hay que contar y que depende mucho de la calidad de los músicos. En cada canción se hace una especie de orfebrería, se trabaja con mucho cariño cada, arreglo, cada detalle. En ese sentido es muy artesanal.
- Hace años trabajaste como actor en "El joven Picasso" y en "Morirás en Chafarinas", entre otros títulos. ¿Ha recuperado tu faceta de actor en los últimos tiempos?
-Sí. Ahora estoy en un proyecto con Netflix en Barcelona. Es una serie llamada "Hache". El protagonista es Javi Rey, que conoceréis por haber hecho "Fariña". Tengo un papel que se parece un poco a mí. Es un músico de los años 50 que toca el piano y canta en un club que pertenece a la mafia del narcotráfico en Barcelona. Es una trama un poco de "thriller". No me dejan contar mucho más, porque los de Netflix son muy estrictos con estas cosas, pero sí puedo decir que hay historias mezcladas de amor, música, narcotraficantes? De aquí a febrero estaremos rodando.
- También ha hecho música para alguna película, ¿no?
-Ya es una cuestión común. Nuestra música, por esa cualidad narrativa que tiene, ha servido para muchas cosas: una campaña de promoción de perfumes para Loewe, estuvimos nominados para el Goya? Nos han puesto en cabeceras de series de televisión, como "Anatomía de Grey", programas de radio... Ya son casi innumerables las veces en las que gente que está empezando en el cine, con cortometrajes o sus óperas primas, me han pedido con todo el cariño que no les cobrase derechos por participar. Estoy encantado de hacer esas cosas siempre que puedo.
- ¿Qué tiene en la agenda para su visita a Vigo, además del concierto en sí? ¿Queda tiempo para la gastronomía y la cultura?
-Siempre vamos con el tiempo justo, pero en el plan del día siempre pido que haya tiempo para comer rico y para dormir la siesta, para que podamos hacer la digestión en condiciones antes de la prueba de sonido. Ya uno no tiene edad para ir con prisas. Si uno puede exigir algo, que por lo menos sean buenas costumbres.
