"La tradición de transparencia en España está muy retrasada y en parte los problemas que sufrimos hoy tienen que ver con eso". Así se pronunció ayer el catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joaquim Mª Molins, que dirimió sobre la influencia de los lobbies en la política española en el marco de las conferencias del Club FARO. El profesor subrayó la importancia de conocer a los grupos de presión y, sobre todo, los contactos que tienen con las Administraciones, para así evitar problemas como la corrupción y dar al ciudadano la oportunidad de pronunciarse si es necesario.
Molins intentó dar luz al oscuro entramado de los lobbies en España a través del libro del que es codirector: "Los grupos de interés en España. La influencia de los 'lobbies' en la política española". La principal motivación de esta obra ha sido, según declaró, "poner a disposición del público un sector de actividades que tiene influencia en la política pero que es poco conocido". Solo así, dijo, "podremos estar mejor informados y opinar con más responsabilidad sobre los temas que nos afectan".
Otros países del entorno europeo cuentan con listados y registros oficiales donde se recogen los considerados como grupos de interés. Sin embargo, en España esto no sucede, lo que entorpece el conocimiento de su actividad y lastra la transparencia, indispensable para superar problemas como la corrupción, según destacó el profesor. Valoró la situación española como "confusa", ya que, aunque recientemente el Congreso de los Diputados ha aceptado crear una recopilación de grupos, todavía no se ha llevado a cabo. Además, a nivel regional y local algunas Administraciones han tomado decisiones unilaterales que han complicado todavía más el panorama general y que no solucionan la situación legislativa.
No obstante, Molins subrayó una idea en repetidas ocasiones: "Los registros son una condición necesaria pero no son suficientes, lo importante es conocer el proceso de decisiones entre Administración y 'lobbies".
El experto señaló como uno de los primeros pasos para lograr este objetivo que los cargos públicos publiquen sus agendas, "que los ciudadanos sepan con quién se han entrevistado y de qué han hablado". Molins se mostró optimista en este aspecto, pues considera que "estamos en un crecimiento proceso de transparencia, la única garantía para el ciudadano". Ofreció como ejemplo que se haya publicado recientemente una ley que exige dar a conocer todos los encuentros y reuniones dentro del ejercicio público. "Lo que es más importante es que consigamos, por la propia exigencia ciudadana, que las relaciones entre grupos y Administraciones sean lo máximo de transparentes posible; si conseguimos que las instituciones públicas publiquen sus agendas y digan con quién se entrevistan tendremos un contraste que nos permitirá tener un retrato más adecuado de la realidad", enfatizó.
Molins también lamentó que existan organizaciones que se declaran privadas pero administran fondos públicos y se nieguen a tener una mayor transparencia en forma de presentación de sus cuentas. Como referente mentó a Estados Unidos, donde los lobbies dan a conocer, por ejemplo, a qué candidato a la Casa Blanca donan su dinero.
Independencia
El nacimiento de estas asociaciones de presión hace que su vinculación con la Administración merezca una especial atención en comparación con otras. Algunas se han originado vinculadas a la propia iniciativa ciudadana, como puede ser una organización de consumidores. Sin embargo, otras muchas lo han hecho al amparo de los partidos y organizaciones políticas para amplificar su influencia. "En España muchos grupos tienen una directa vinculación con partidos políticos ya desde los años 80", indicó Molins.
Añadió además una deficiencia en el funcionamiento de buena parte del sector: "Otra cosa que hemos constatado es que la mayor parte tienen una autonomía financiera y funcional limitada y por lo tanto los hacen de fácil captura por parte de los partidos que gobiernan las Administraciones. La base de las organizaciones autónomas de la unión civil es la capacidad de exponer sus reivindicaciones y posturas al margen de las estructuras política; si constatamos que gran parte depende de las Administraciones y estas están vinculadas a organizaciones políticas, lógicamente alguno de estos grupos son más altavoces de una organización partidista que de los propios intereses sociales".
Estado de la cuestión de los 'lobbies'
- "No es tanto un libro de lectura unívoca, sino que el contenido es diverso y es un repertorio, (que como dijo un catedrático de política económica en una presentación), es un estado de la cuestión", explicó Molins sobre el libro que tiene más de 600 páginas.El origen de esta edición es la dispersión de la información sobre los grupos de interés. "Emprendimos el esfuerzo de juntar a los mejores especialistas de diferentes universidades españoles", apuntó el profesor. Más de una veintena han acabado participando en esta obra codirigida por Molins, Luz Muñoz e Iván Medina. En un condensadísimo resumen del libro el catedrático declaró que han medido "quienes parece que son los más influyentes en relación con la política española".Molins destacó "la singularidad de España" , con Gobiernos multinivel, desde la Unión Europea hasta el nivel local. Los grupos actúan de manera diferente sea a nivel regional estatal o local. En estas tres dimensiones han indagado."Los grupos más clásicos en los que pensamos todos han tenido un tratamiento específico", explicó el profesor. Las organizaciones empresariales, los sindicatos o incluso la Iglesia han entrado en alguno de los capítulos. "La evolución y pluralidad de la sociedad española también se refleja en la pluralidad de grupos que piensan en la capacidad de influir en las instituciones públicas", apuntó. A modo de ejemplo señaló que la Iglesia española sería un grupo clásico, mientras que nuevas confesiones de arraigo serían más novedosas."Desde nuestro punto de vista todo aquel que quiere influir en las decisiones de un gobierno, necesitamos conocerlo e inventariarlo", dijo. De ahí que ni las ONG se hayan librado del escrutinio de los profesionales que han participado en el libro.
