Miles de personas regresaron ayer a las calles de Madrid para protestar contra la privatización de la gestión de seis hospitales públicos y 27 centros de salud. Encabezó la manifestación una gran pancarta con el lema "La sanidad no se vende, se defiende", mientras los sanitarios, ataviados en su mayoría con sus batas blancas, corean cánticos como "Ignacio, paciencia, nos vemos en urgencias", en alusión al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Los manifestantes también gritaron frases como "Todos los sanitarios tenemos un deseo: que para la privada no haya dinero", y otras como "Sanidad, te quiero en el mundo entero".

Una vez en la Puerta del Sol, los convocantes guardaron un minuto de silencio "en señal de luto por la muerte de la sanidad pública" y leyeron un manifiesto en defensa de una sanidad universal, gratuita y de calidad.