Oso. Es el nombre con el han rebautizado en la Canceira de Poio al perro que la Policía Local liberó el pasado lunes en una vivienda de la parroquia de San Xoán. El animal permanecía encadenado al hueco de las escaleras exteriores de una casa y presentaba diversas heridas. Los agentes denunciaron a la propietaria y le retiraron la custodia, que pasó a la asociación de amigos de la perrera.

El animal pasó un examen veterinario que determinó que, además de las lesiones externas, padece un tumor de gran tamaño. Necesita una intervención quirúrgica que todavía se le puede practicar debido a que padece anemia, explican desde la Canceira. Por ello, desde la protectora hacen un llamamiento para la acogida de Oso, que necesita "un lugar para moverse libremente" ya que "en la perrera pasaría muchas horas en un canil", detallan.

El perro es un veterano que apenas conoce la libertad. Tiene doce años y ha pasado toda su vida encadenado, tiene las patas muy debilitadas y le cuesta caminar. Además, debe seguir tratamiento para recuperarse de la falta de hierro.