El martes 7 de junio, la comitiva judicial, en presencia de Aniceto Rodríguez, el presunto asesino de Isabel Fuentes, realizará una diligencia de reconstrucción del primer intento del encausado de acabar con la vida de la mujer. Fue una brutal agresión en el domicilio conyugal de Pazos (Verín) que el septuagenario intentó disfrazar de un robo. La mujer quedó en coma, en estado crítico. Tras un mes de recuperación progresiva en el hospital de Ourense, el esposo acabó presuntamente con su vida acuchillándola en la cama del centro.

La juez que llevó el caso, la responsable de Violencia de Género en Verín, Cristina María Fernández Viforcos, no vio motivos para poner el foco sobre el cónyuge, a pesar de que los 5 días de la agresión, del 2 de abril de 2015, la Guardia Civil presentó un atestado en el que señalaba al marido como el principal sospechoso, descartando la intervención de terceras personas, tal y como él se escudaba. Su versión no resultó creíble porque, entre otras razones, los cristales fracturados de la puerta habían sido rotos desde dentro, tal y como demostró la inspección ocular.

En realidad, Aniceto Rodríguez habría asestado un golpe brutal a su mujer con un martillo, cuando ella se encontraba en el sofá. Los investigadores advirtieron a la autoridad judicial del "peligro" que supondría no restringir las visitas del varón al hospital de Ourense. La magistrada rechazó poner el foco sobre el hombre de 77 años. Negó intervenirle el teléfono así como limitar o prohibir su estancia en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), tras rebajar a "conjeturas" y e "indicios" insuficientes las conclusiones de la Guardia Civil. Un mes después de primer ataque, el 8 de mayo, el marido remató a Isabel Fuentes. La víctima tenía 66 años.

Durante meses, ya constatado el fatal desenlace y la doble autoría por parte del septuagenario, la instructora siguió calificando el primer ataque como un robo. No sería hasta el pasado mes de febrero cuando unificó el asesinato y la tentativa en un único procedimiento. Sin embargo, su última decisión al frente de Instrucción 1 de Verín fue aceptar la reconstrucción del primer ataque homicida.

Viforcos dejó el juzgado el 28 de abril, tras ascender a magistrada. La causa, declarada compleja, no está cerrada. De hecho, hay recursos pendientes de la defensa, que pide acreditar el estado psiquiátrico del sospechoso en el momento de comisión del crimen, después de su reconocimiento, vago y con lagunas, del asesinato y la tentativa. En la sede, cuya plaza fue sacada a concurso, de momento lleva las riendas una sustituta. La juez interina, Purificación González, señaló el 7 de junio como fecha para recrear, como prueba para el proceso, la tentativa de asesinato en el domicilio de Pazos.