Los vecinos de la rúa da Ponte amanecieron ayer con obras inesperadas. Fomento, titular de la calle dado que es un tramo antiguo de la N-640, decidió colocar bolardos en el margen derecho de la vía a la altura de la empresa Marcaxe. En esa zona ya existe una señal de carga y descarga, y desde ayer pierde plazas de aparcamiento tras la colocación de bolardos. Este sistema, en aras de mejorar la seguridad vial al evitar que se aparque en la zona inmediata a los pasos de peatones, se utiliza desde hace escasas semanas en los cascos urbanos de Silleda y A Bandeira, atravesadas por otra vía estatal, la N-525.

Desde el ejecutivo local el edil de Obras, Francisco Vilariño, se hace eco de la sorpresa de todo el equipo de gobierno porque las obras "se acometen sin que se dignen a comunicárnoslo". Ayer por la mañana, el concejal de Urbanismo, Nicolás González Casares, elevó una queja a la Subdelegación del Gobierno para mostrar el total desacuerdo a la colocación de estos bolardos. Por de pronto, ha logrado una reunión en la semana del 20 de este mes con la subdelegada, quien tiene previsto visitar Lalín.

Vilariño no pone en duda que los bolardos sean una medida para reforzar la seguridad vial, pero además de cuestionar el sentido estético de estos, también hace hincapié en que lo que necesita esta calle es una intervención integral. "Es ya una calle abandonada, cada vez que queremos mejorarla obtenemos una negativa. Lo normal es que Fomento cediese esta vía al concello", una cuestión que el BNG, como partido en la oposición, propuso ya en varias ocasiones, y que el actual gobierno retomó al menos en un par de ocasiones. "Pero dan la callada por respuesta", lamenta el concejal. Vilariño recuerda que cada vez que el Concello tiene que hacer intervenciones mínimas como una reposición de losetas, siempre lo comunica al gobierno central, por lo que éste tendría que haber actuado de la misma forma en la obra de ayer. "Actúan con prepotencia, pese a ser una de las arterias urbanas", añade el concejal. No en vano, esta calle soporta una notable densidad de tráfico procedente de, sobre todo, Silleda y Vila de Cruces. Pese a ello, la rúa luce desde hace décadas un aspecto desangelado que en nada ayuda a los cada vez menos negocios que todavía siguen activos en la misma.

Posible extensión a Arenal

La N-640 discurre por esta vía y la rúa Arenal, con lo que no sería de extrañar que la colocación de bolardos para impedir el aparcamiento cerca de pasos de peatones se extendiese también a esta calle. Precisamente, a finales de año la Diputación aprobó una ayuda del Plan Concellos para que el concello lalinense pudiese reponer aceras en estas dos rúas, además de nivelas las tapas de las arquetas en Arenal. Estas actuaciones contribuyen a mejorar el tránsito peatonal por estas vías, que resulta aún más complicado al caminar con carros de bebé o silla de ruedas.