A medida que pasan las horas, y sobre todo tras analizarse la denuncia presentada en el cuartel de la Guardia Civil de O Grove, se conocen más detalles sobre la agresión sufrida por un vigilante de la cofradía meca. Es así como puede decirse, por ejemplo, que todo comenzó por una discusión de tráfico, a causa de un coche supuestamente mal aparcado, y que el presunto agresor es natural de Vilagarcía.

Se trata de JM.N.P., de 50 años y un viejo conocido de las fuerzas de seguridad -parece que tiene antecedentes penales- que ya protagonizó incidentes similares con anterioridad, y que esta vez la habría emprendido a golpes con el guardapescas grovense, causándole importantes heridas.

Según indican fuentes próximas al pósito, y como confirman en el entorno del agredido, éste sufrió la brutal paliza en presencia de su mujer y su hija, a las puertas de su casa. Parece que fue allí donde se originó la discusión de tráfico entre el guardapescas y un viejo conocido suyo, el furtivo que lo habría agredido.

Todo ocurrió el domingo, cuando el vigilante del pósito aprovechaba que no estaba de servicio, ya que se encuentra de baja por paternidad, para disfrutar del día libre con los suyos.

Aunque inicialmente se habló de tres agresores, ya que "son tres conocidos furtivos que siempre andan juntos", según indicaban en la cofradía, en realidad parece que solo habría sido uno el autor del ataque, mientras que otro observó los hechos pero no llegó a intervenir en ellos.

Como ya se explicaba ayer, lo sucedido aumenta la preocupación tanto en esta como en las demás cofradías, donde de un tiempo a esta parte parece aumentar el furtivismo, como también la agresividad de los mariscadores ilegales.

Aunque esta vez el origen de la agresión pueda estar en una discusión de tráfico, casi todos en O Grove creen que detrás de todo está la tensión que puede existir entre el vigilante y el presunto furtivo.

Un hombre que, como sus dos amigos, fue sorprendido "en infinidad de ocasiones" por los guardapescas y ya fue objeto de denuncias anteriores en el cuartel; la más sonada en 2016, cuando fue sorprendido junto a sus acompañantes habituales faenando ilegalmente a la altura de A Toxa.

Según se denunció entonces, los implicados eran tres hombres que supuestamente intentaron agredir a los guardapescas después de ser "sorprendidos" en una lancha irregular, de madrugada y sobre una importante zona marisquera.

Dos de los denunciados entonces fueron expedientados con anterioridad por asuntos relacionados con el furtivismo.

En la madrugada del 29 de noviembre, mientras realizaban labores de vigilancia, uno de los guardapescas apreció desde el vehículo en el que se encontraba que en el mar, detrás del Gran Hotel La Toja, había una embarcación de pequeñas dimensiones que entraba en el canal de navegación con las luces apagadas y se situaba sobre importantes bancos marisqueros.

El vigilante siguió sus movimientos y por radio alertó a sus compañeros, que estaban a bordo de una de las embarcaciones del pósito y se dirigieron al lugar para iluminar la nave sospechosa e identificar a los tripulantes. Estos reaccionaron increpando a los vigilantes, a los que, según consta en la denuncia, dijeron: "Metede a luz nos c..., fillos de p...; os vamos a matar".

Parece que incluso trataron de usar su nave para embestir la lancha de la cofradía, y tras abandonar la zona continuaron con las presuntas amenazas en tierra firme. Llegaron a asomarse a la ventanilla del coche del guardapescas y le dijeron: "Hijos de p..., os vamos a romper la cara, os vamos a matar, os vamos a quemar los coches, que los dejáis aparcados en la lonja".

Al margen de esto, cabe reiterar que lo sucedido el domingo en O Grove con la supuesta agresión de un furtivo a un guardapescas no es el único caso ligado al marisqueo ilegal registrado en Galicia en los últimos días. Como se avanzaba ayer, la Policía Local de Rianxo, que suele colaborar de manera intensa en la lucha contra el furtivismo, volvió a intervenir -sucedió el lunes- para identificar a un furtivo, esta vez en la playa de Rinlo.

Fue un trabajo conjunto con los vigilantes de la cofradía de pescadores rianxeira y sirvió no solo para identificar al ilegal, sino también para decomisar más de siete kilos de producto y los útiles que empleaba el individuo.

Pero eso no es todo. Durante el fin de semana agentes del Equipo de Respuesta Policial (Erpol) de la Policía Autonómica, en colaboración con el servicio veterinario de Gardacostas de Galicia, culminaron un dispositivo de vigilancia y seguimiento con la incautación de 2.617 vieiras de gran tamaño, con un peso de más de 650 kilos.

Las vieiras intervenidas fueron trasladadas para ser resembradas en la ría de Ferrol, el lugar en el que, aparentemente, habían sido obtenidas de manera fraudulenta. En el momento de la incautación estaban siendo trasladadas a diferentes puntos de Galicia, pero especialmente a la ría de Arousa, según confirma la Policía Autonómica.